Revista Diario

Desafío toddler.

Por Mamareciente
Habitualmente el Chiquinini se porta bien, es “obediente” (me gusta poco esta palabra) y se puede razonar con él en la medida en que sus dos años lo permiten. Pero…desde hace unos días hay una tarea en concreto que no quiere hacer y con la que me está buscando las vueltas. Quizá lo que está buscando son los archifamosos límites. No quiere recoger sus juguetes, de ninguna manera. Cuando llega la hora de recoger el campamento que ha montado en el salón, no quiere. A veces siento que me vacila, porque inicialmente hace “como que sí”, pero enseguida se queda mirándome y sin mover un dedo, a veces incluso me dice “tú recoges”. Vamos, que intenta darle la vuelta a la tortilla de modo que yo paso de ayudarle a ser quien recoge.La situación se repite y no han funcionado ni la estrategia-juego ( cantamos y lo hacemos juntos o jugamos a ver quién recoge más rápido), ni la negociación cordial, ni el castigo (a la cama sin cenar porque ni la amenza de quedarse sin comer gambas surtió efecto), ni nada…Así que la última vez recogí yo sus bloques de juguete, advirtiéndole antes que si lo hacía, se acababan los bloques para siempre, los retiraba y no se volvía a jugar con ellos. Y así ha sido porque no dio su brazo a torcer.Un par de días después pidió jugar con sus bloques: “jugamos y luego los recojo “ ( es decir, la moraleja la había pillado perfectamente). No Chiquinini, ya te dije que no habría más bloques.Y así estaba el asunto hasta que ayer, cuando jugando a otra cosa y llegado el momento de recoger, me dijo con su lengua de trapo:-No quiero recoger. Retíralos, no voy a llorar.Es decir, no me da la gana hacerlo y si por eso me guardas los juguetes para siempre me importa un pimiento.Al final recuperó la cordura y recogió, pero ahí quedó lanzado su desafío. Como siga así se va a quedar sin nada con lo que jugar, el muy cabezota. Desafío toddler.

Volver a la Portada de Logo Paperblog