Desafíos feministas

Grupo de debate feminista Witch 2.0

En Granada se celebraron, hace 30 años, unas jornadas clave para la conformación del movimiento feminista estatal. Desde Aragón hemos acudido al nuevo encuentro feminista en Granada, con sujetos, identidades, proyectos y desafíos diferentes.

Ochenta mujeres acudimos desde Aragón a las Jornadas Feministas Estatales que se celebraron en Granada del 5 al 7 de diciembre, organizadas por la Coordinadora Estatal de Organizaciones Feministas. El Colectivo de Mujeres Feministas de Huesca, que forma parte de esta coordinadora, se encargó entre otras cosas de gestionar nuestras inscripciones.

Estas han sido sin duda las jornadas de los feminismos, en plural, y del reconocimiento ineludible de que no buscamos una identidad extensible a todas las feministas, sino que deseamos construir proyectos políticos comunes desde las diferencias y recuperar procesos colectivos que produzcan acciones transformadoras.

La diversidad de identidades presentes en las jornadas no agotan el sujeto del feminismo, lo conflictúan y enriquecen abriendo posibilidades de luchas conjuntas desde distintas prácticas feministas críticas con el patriarcado, el capitalismo, el racismo, el heterosexismo…

Estas han sido también las jornadas de “las malas mujeres”, entendiendo por esto todas aquellas propuestas de quienes no asumimos la limitada agenda del feminismo institucional sino que buscamos la raíz de los problemas que nos afectan socialmente y proponemos cambios estructurales que modifiquen, radicalmente, el estado de las cosas.

Los temas de las jornadas han recorrido el amplísimo espectro de los retos a los que se enfrenta el feminismo en la actualidad (las ponencias pueden consultarse en la web de la Coordinadora) y en Zaragoza continuaremos profundizando en algunos de ellos. Desde el grupo de debate feminista en el que venimos coincidiendo desde el pasado verano un buen número de asistentes a estas jornadas, hemos elaborado un calendario de discusiones con periodicidad mensual en las que nos proponemos abordar cuestiones como:

· La crisis de los cuidados, el desmonte de la identificación automática de las mujeres como cuidadoras, el derecho a no cuidar, el derecho a ser cuidadas; las implicaciones con el régimen de las empleadas de hogar, con los derechos de las migrantes, las aportaciones de estas al feminismo.

· El transfeminismo y las formas en que las políticas queer interpelan al movimiento.

· El debate sobre la prostitución, los derechos de quienes la ejercen.

· El amor romántico, la subordinación y sus relaciones con la violencia machista.

· La desnaturalización de la maternidad, cómo contextualizarla en sus dimensiones sociales, económicas, culturales, para poder realizar una lectura crítica de las mismas.

Atender, en suma, a estos y otros desafíos del feminismo que nos permitan ponerlos en el centro de las políticas reales.

Granada, 30 años después

Volviendo a las Jornadas, no es casualidad que hayan tenido lugar en Granada, pues allí se realizaron, hace treinta años, otras jornadas feministas fundamentales para la conformación del movimiento en el Estado español. Había, pues, también en la elección del lugar y la fecha, el acierto de subrayar una continuidad, no exenta de conflictos, en el desarrollo de los debates y prácticas feministas.

En el estupendo especial sobre las Jornadas Feministas publicado en el nº 116 de Diagonal, que viene a cubrir el vergonzoso vacío de los medios de comunicación oficiales (no reflejaron ni siquiera la multitudinaria manifestación que recorrió las calles de Granada), el artículo de Silvia L. Gil pone el acento en la recuperación de las genealogías feministas que nos son más cercanas, cuestionando de forma sugerente la idea de que los últimos feminismos y cuestiones queer no estén conectados con el recorrido feminista de estos treinta años. Y ha sido un hecho la diversidad generacional de las participantes: estábamos muchas de todas las edades.

También en Diagonal, en su versión web, podemos leer un análisis feminista de la ley del aborto realizado en profundidad por Concha Muñoz, del Colectivo de Mujeres Feministas de Huesca.