Durante el mes de febrero voy a llevar a l'aînée al colegio. Todos los días. Eso supone que entraré una hora y pico más tarde al trabajo. Hora y pico que recuperaré por la tarde. Y sobre todo el lunes, si ya de por sí era horrible, hoy lo será más.
Contras: no puedo llevar ni recoger a la petite. No llegaré -seguramente- a recoger a l'aînée al colegio. Llegaré tardísimo a casa (sin comer, claro) con lo que podré disfrutar poco o nada de las chicas. No encontraré sitio para aparcar.
Pros: febrero sólo tiene 28 días, y el lunes y martes de carnaval es fiesta. Los viernes, sí o sí, tendré que salir a las 14.45 para ir a buscar a las Genovevas.
Y hasta aquí mi post desahogo del lunes.
Tengo cosas más interesantes que contar en DiarioDeMujer, como el carnaval a través de los libros.