Queridos lectores, hoy solo les quiero compartir un poco de la frustración que vivimos día a día todos lo venezolanos, aunque en medio de toda esta adversidad siempre buscamos algo de alegría o claridad aunque a veces es solo cuesta arriba.
Que pensamos cuando en esos momentos sientes que has llegado al borde, al límite de tus sentimientos. Esos momentos en el que no se puede diferenciar si sientes ira, coraje o mucho dolor. Esos momentos en los que todo se junta y no sabes cómo reaccionar.
Hoy es uno de esos días, en el que voy en la calle veo a la gente y no encuentro palabras o algo que pueda por amor a Dios explicarme que está sucediendo, como hemos llegado tan lejos que esperamos o que ganamos con quejarnos (somos escuchados). Hoy me encuentro llorando y por primera reconozco que mis lagrimas no son por mis propios problemas si no por los problemas que hoy en día todos enfrentan, tengo un grito ahogado en mi garganta con una necesidad de enorme de salir, gritar a la gente que veo en la calle con tanta indiferencia y solo decir : ”–que carajos te pasa”. Decirle al hombre que se sienta en el autobús colapsado y no le da el puesto a la anciana, a las personas que olvidaron el valor y su educación y no pueden si quiera responder buenos días al subir al metro o el transporte público.
Yo lo se, se que en este país aún hay personas como yo, aún hay personas que piensan que siendo mejor solo el país puede mejorar.
Busco todos los días razones para luchar, quiero creer que todo va a estar bien, no quiero levantarme otro día de la cama e ir a trabajar creyendo en que no vale la pena, necesito pensar en que solo es una pesadilla y que mis mejores años no los he perdido en esta grandísima mierda…
Yo no quiero separarme del amor porque una mala administración que no me da la oportunidad de estar al lado de los seres que amo. Hay tanta frustración en el ambiente, así como mucha indiferencia, se perdió la esencia la humanidad que tanto nos caracterizaba, una de las cualidades por las que éramos únicos. Siempre amables y respetuosos. Ahora solo ves en la calle la marginalidad que este miserable gobierno llama socialismo, personas que solo dicen groserías unos con otros, que se insultan unos con otros sin siquiera conocerse, gente que come de la basura, personas pidiendo dinero por doquier, niños en la calle comportándose como un adulto, jóvenes en la calle batallando contra esta frustración, y que hacemos el resto solo mirar?.
Solo puedo decir en medio de toda esta rabia es que “Nos hace falta luz que alumbre este camino…”
Tu mi hermoso tricolor eres la razón por la que apuesto todos los días que me levanto al ir a mi trabajo, por ti y por tu enorme belleza Venezuela luchare siempre.!