Desakato: Cuando menos es más

Pepo (Desakato) (Imágenes decidas por Maje, @ladymaje)

Dicen que la música amansa a las fieras, o al menos, eso es lo que la mayoría de los incrédulos creen poder afirmar. Sin embargo, eventos como el festival rockero en apoyo a la minería celebrado ayer en Ciñera, demuestran todo lo contrario. Y es que, en este caso, ha sido la música la que ha hecho que las “fieras mineras” que ven sus empleos cada vez más cerca de la cola del INEM, recobren aún más fuerzas para luchar.

Varios fueron los grupos elegidos, desde rock hasta punk, pasando por alguna que otra voz ligeramente heavy. No obstante, de entre toda la lista de grupos, uno se llevaba las máximas expectativas: Desakato.

Gabri (Desakato)

Reivindicativos, comprometidos especialmente con la causa, unos Desakato despojados de su batería hacían acto de presencia sobre el minúsculo escenario que daba cobijo a los valientes grupos. Un poco más abajo, el poco público allí presente observaba con cierta curiosidad lo que podría ser el concierto más calmado que los asturianos han dado hasta la fecha.

Falu (Desakato)

Y es que no era para menos. Desakato, el grupo cuya carrera se ha disparado en los últimos años llegando a realizar una gira conjunta con Mala Reputación por todo el territorio estatal, se veía desprotegido al no poder contar, debido a motivos familiares, con la presencia de su batería. Por todo ello, el repertorio sería apto para los más amantes de la banda, ya que como era previsible, las canciones serían recuperadas de discos anteriores al ser casi imposible hacer versión acústica de los temas el nuevo disco.

Pablo (Desakato)

Corrían, por tanto, las siete de la tarde, cuando nos encontrábamos a unos Desakato sentados, bajo, armónica, guitarras acústicas, y pandereta de mano para el alocado de pelo rizoso y aro en la nariz. Así “Contra el dolor” abría el acústico de los asturianos, desgarrando voces, abriendo las bocas de los allí presentes, y rompiendo mil y un aplausos. Estaba ya demostrado, no hay versión de Desakato que no guste, y más si la segunda canción elegida era “Libertad”, infalible, para entonces, animar a los habitantes del lugar al decir que “pueblos como Ciñera son un ejemplo para el resto del universo”.

Mario (Desakato)

Habían avisado, el repertorio sería recuperado de sus primeros álbumes, y no fallaron. Llegó entonces “Kien okupa”, conocida por no muchas de las voces allí presentes, pero que abría boca para el clásico del grupo, “Cada vez”, probablemente la canción más esperada de todo el recital y que hizo recordar “a los treinta y cuatro mineros fallecidos en Sudáfrica”, por los cuales también iba el concierto.

Y así, entre una versión de Dixebra, “El incendio” y la canción que no podía faltar “Los mineros”, que sirvió como lección “para que la muerte de ellos sirva pa’ que no vuela a suceder”, transcurrió un concierto que demostró que no por tener más instrumental se actúa mejor, que demostró que ellos son completa y absolutamente increíbles con una sola guitarra como acompañamiento y que demostró, sobre todo, que Desakato es mucho más que uno de esos “grupos con K”.

Miriam

Soy una chica leonesa que ha tenido que irse a Valladolid para cumplir su sueño, hacer periodismo. A pesar se ser este mi primer año de carrera, tengo el orgullo de ser colaboradora de Ruta 42. Por lo demás no hay mucho que contar, toco la guitarra, me gusta el rock y devoro todo tipo de literatura, especialmente la poesía.

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