Una de las enseñanzas que más inculcamos desde pequeños a nuestros hijos es la de ahorrar. A partir de que tienen una edad razonable, les proporcionamos la propina, una especie de paga semanal para sus chuches o caprichos, enseñándoles principalmente a administrar esas pocas monedas al principio, que con la edad, se van convirtiendo en billetes; eso sí, de poca cuantía. Es decir, crear el hábito del ahorro desde pequeños.
Recuerdo que además de mis padres, mis abuelos, mi padrino o tíos y tías, cada vez que me veían, alguna monedita me soltaban, sobre todo cuando ya la edad no me permitía disfrutar de los socorridos regalos en forma de juguetes. También recuerdo los bautizos o bodas, donde al grito de "padrino, no te lo gastes en vino", el padrino soltaba a la chiquillería allí reunida unas monedas al aire para que, a modo de juego, las recogieran y formará parte de ese tesoro que para todos suponía tener un dinero para nuestros gastos.
"No te preocupes papá (o mamá), que yo te lo compro con mi hucha"
Casi al mismo tiempo, cuando ya tenías unas cuantas monedas, te compraban o regalaban una hucha, de barro en forma de cerdito o de hojalata con un una ranura por donde introducirlas y de donde no se podían sacar, creando ese tesoro. Bueno, todos al final aprendíamos como hacerlo sin romperla. Y cuantas veces no habréis oído a vuestros peques decir, con ilusión e ingenuidad, y que nos produce esa sonrisa de felicidad por el buen corazón y nobleza que nos muestran: "No te preocupes papá (o mamá), que yo te lo compro con mi hucha" cuándo nos oyen hablar acerca de comprar o no comprar algo que muchas veces hay que posponer por la situación de la economía familiar en ese momento.
De hecho, seguro que muchos de vosotros, ya padres y madres, seguís con esta tradicional forma de ahorrar, o bien porque coleccionáis una determinada moneda cada vez que os cae en las manos o bien porque al vaciar los bolsillos, echáis a un bote esa calderilla generada en el día y que llegado un momento, pretendéis disfrutar para un capricho o un regalo en fechas señaladas.
Pues bien, los tiempos cambian, no porque las costumbres lo hagan, si no porque donde hay dinero hay partes interesadas.
Las monedas nos cuestan dinero
Es indignante que los bancos te cobren por todo, ya sea por pagar un recibo o por disponer de tu dinero, y si tienes cuenta en él, por notificarte que lo tienes; por todo en definitiva. Pero lo que más me indigna es que le roben la ilusión a los peques y un poco a todos. ¿Qué porque digo esto? Muy sencillo, ahora te cobran por contar las monedas, aunque tengas cuenta en ese mismo banco donde quieres ingresar, aunque sea la cuenta del niño que le formalizaste al nacer o a partir de su comunión, esto último muy típico porque muchas veces les regalan dinero.
Al principio yo creía que era una broma, una chanza del cajero de mi banco al ver aparecer a mi hijo con más de 500€ en moneda fraccionaria. Pero no, es una pauta seguida por la mayoría de los bancos -o por todos- el cobrarte por este servicio. Imagínate si creía que era así, que insistí en ingresarlas y el buen hombre me dijo: "te tengo que cobrar 10€+IVA por cada 50 monedas que ingreses", y yo pensé, si ingreso 50 monedas de 20 céntimos, que son 10€, le tendré que pagar encima 2,1€ más por el IVA y el resultado es que perderé dinero, pues me quedaré sin los 10€ de ingreso y encima le tendré que pagar. Ante la reiteración de su postura, desistí de mi intención de realizar la operación.
No satisfecho con la situación, pensé que el Banco de España debería coger las monedas de curso legal y cuyo su valor es irrefutable y admitirlas sin cobrar por este mal denominado servicio. Pues no, lo mismo si quieres solo cambiarlo en billetes, que no lo hace ni el mismo Banco de España.
Al final, y después de pelearme con los papeles que guarde al crear la cuenta, pero que no le quita indignación al asunto, pude comprobar que el número de monedas por el que te cobran es a partir de 49 monedas por cada 500 por lo que te facturan esa cantidad. De cualquier forma, en mi opinión, un robo en toda regla a mano armada ¿o no?
Pagar la compra con monedas
Así que como solución temporal, me ves pagando en los comercios con monedas....y menuda cara me ponen, porque también a ellos les cobran si las ingresan. Menos mal que ahora se habla en la CEE de eliminar las monedas de 1 y 2 céntimos, menos peso en el bolsillo, aunque esto imagino que significó un leve incremento en el IPC, pues la picaresca del comerciante siempre es elevar el precio, nunca subirlo.
De cualquier forma, tras la pandemia, día a día se va imponiendo las compras con tarjeta bancaria, principalmente al aumento durante el confinamiento de las compras online. De esta forma, nos evitamos el consabido ajetreo de monedas. Ahora pàra ahorrar, las huchas serán de billetes de, al menos, cinco euros.
Una reflexión final
Supongo que a los bancos lo que de verdad les interesa es que los niños ahorren en preferentes, en sus fondos de pensiones, en seguros, en donde las comisiones quizás se notan menos porque ya estamos acostumbrados a los sablazos. Pues ¡ea! se acabaron las huchas por orden y mando de las entidades financieras. Si yo fuera el director de marketing de un banco si viene el padre con el niño y su hucha no le cobraría nada y presumiría de ello. Banqueros a veces la rentabilidad inmediata no lo es todo.