Revista Insólito

Desaparecidos sin causa

Publicado el 15 mayo 2012 por Monpalentina @FFroi

Desaparecidos sin causa
  • 'Desaparecidos sin causa. Asesinatos en las cabeceras del Carrión, Cea y Esla', un trabajo de campo que le ha llevado  siete años.

El día 12 de Octubre del 2011, el leonés González de Prado, natural de Villamonte (León), aunque afincado en Palencia, presentaba el libro 'Desaparecidos sin causa. Asesinatos en las cabeceras del Carrión, Cea y Esla', un trabajo de campo que le ha llevado siete años.
Aunque bien podría desgranar capítulos de su propia vida, el autor no quiere ser protagonista. Se observan varias contradiciones, como es la dedicación del libro a su madre, de la que no hay ninguna referencia en el interior y la periodista señala como la persona que "le mintió descaradamente" sobre algunos de los episodios más oscuros de la historia de españa.
Durante estos años, este hombre, prejubilado de banca, se propuso como objetivo rescatar las historias y los nombres de aquellos que fueron sacados de sus casas y asesinados sin haber cmetido más crímen que el de ser afines a la República.
"Curiosamente, lo que más tiempo me ha llevado es algo que al final no está en el libro, que es el estudio del ambiente en los pueblos de estas cuencas antes de que se produjese el golpe de Estado. La información que llega a los ciudadanos por aquel entonces, por lo que se veía en la prensa, son mentiras claramente intencionadas y me ha costado asimilar la mentalidad que tenían aquellas personas que fueron sacadas de sus casas sin que conste que han cometido delitos mayores. Se han quedado muchas cosas fuera, pero entonces el libro habría tenido 100 páginas más y nadie hubiese querido leerlo (ríe). Es curiosa la coincidencia en casi todos los casos, las pocas variaciones en el método utilizado –muy planificado- de sacar a la gente de sus casas. Ha sido complicado encontrar a gente que quisiera aportar sus experiencias."
"Recuerdo por ejemplo el caso de un chico de Velilla de 15 años, que fue asesinado simplemente porque no habían podido matar a su padre dos días antes. ¿Qué crimen podía haber cometido un chaval?… En muchos casos el pretexto era que les llevaban a la cárcel o al cuartel a tomar declaración y nunca volvían. En este caso, el padre del joven se libró de la muerte, que no de la cárcel, por un cúmulo de casualidades y consideraron necesario que debía ser su hijo el que muriera en su lugar. Se te pone la carne de gallina cuando descubres que, por ejemplo, en Guardo, en un mismo día quedaron decenas de huérfanos. Lo más triste de esto es que ninguno de los asesinados habría impedido a quienes ganaron la guerra ganarla. Lo habrían hecho igual, sin matar a una sola de las casi 300 personas que asesinaron en esta zona."

Fuentes consultadas:
Entrevista en el diario leonnoticias
Reportaje en Diario Palentino
También en foro por la memoria



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