Revista Ciencia

Desapariciones voluntarias

Publicado el 05 agosto 2011 por Comentaristadigital @jgomezgarzon
El tener un familiar, amigo, conocido... desaparecido es algo doloroso para quien lo sufre. Unas veces la desaparición es en contra de la voluntad del afectado/a pero otras veces esas desapariciones son voluntarias.
En ambos casos, se utiliza muchos recursos económicos y humanos, para investigar y localizar a la persona desaparecida. Todo eso esta bien cuando ha sido una desaparición forzada pero... ¿Cuando a un adolescente enrabietado con afán de protagonismo que le da la locura de irse de casa?. Obviamente eso ya no está tan bien, ¿Quien paga la rabieta de esos adolescentes enrabietados? Los familiares con sufrimiento debido a saber si está bien su hijo o hija y la sociedad que paga con sus impuestos esa búsqueda, y no tan sólo es económico. Sino que mientras los policías que están buscando a dicho adolescente con las hormonas revueltas con afán de protagonismo, no pueden dedicarse a otros asuntos más importantes como el esclarecimiento de un crimen o simplemente de vigilar las calles para evitar robos, vandalismo urbano, u otros delitos.
Quizás sea descabellado la idea de que se debería castigar a dichos adolescentes enrabietados que se escapan de casa de alguna forma, para que antes de actuar de esa manera, se lo piense dos, tres o hasta cuatro veces si hace falta, antes de hacerlo.
Puede que me equivoque, pero me imagino a los padres de un adolescente que ha estado por ejemplo 5 días desaparecido y que después de haber pasado todo ese tiempo sin dormir, y sufriendo, abrazando a su hijo diciéndole "¡Vaya susto que nos has dado!, no lo vuelvas a hacer! haz lo que quieras ¡pero no nos vuelvas a dar estos sustos!". Reacción que me parece comprensible ya que lo último que apetece en esos momentos me imagino que es castigarle. Pero judicialmente si se le debería sancionar de alguna forma como por ejemplo a un periodo de trabajo en beneficio de la comunidad.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas