Desaprendiendo a dormir y otras "teorías"

Me había prometido a mí misma no hablar nunca de un tal Dr. Estivill que vive a costa de decir cosas que me electrifican, me provocan un nudo en el estómago y me asustan. Sinceramente, me asustan. Esta tarde he seguido un link de Catalina en su muro de Facebook porque me ha sorprendido para mal, claro está, una nueva e iluminada afirmación de este señor. Podéis leer la entrevista entera aquí. 

Desaprendiendo a dormirPues eso, que según dice, los fetos saben dormir solos en el seno materno. Afirma, literalmente: No he visto nunca a ninguna madre embarazada que tenga que mover la barriga arriba y abajo para que el niño se duerma. En serio, me he sentido ofendida.

A ver, como él no cita fuentes científicas concretas ni estudios concretos (cosa que creo que se  debería exigir) aunque afirma que hay muchos sabios que lo han ratificado, el que los bebés duermen solos antes de nacer, pues tengo que decir que yo debo ser un bicho raro. Con mis dos embarazos, notaba, empíricamente, que cuando estaba de pie, caminando o haciendo algún movimiento, mis hijos no se movían. Era cuando estaba estirada en el sofá o durmiendo que parecía que iban a salir de la barriga por cualquier lado. Digo yo que haciendo una simple y básica relación causa-efecto os aseguro que el "meneo" los calmaba a ellos y supongo que estaban quietos porque dormían. Por otro lado, creo yo que el calor que debe sentir un feto o el flotar dentro del líquido amniótico debe ser algo más reconfortante que el impacto que puede producir una fría sábana por muy de seda que sea. Pero vaya, es una humilde opinión de una internauta que según él mismo afirma, no tenemos ningún tipo de validez científica ni de ningún otro tipo.Hablando de métodos, silenciando sentimientosA lo largo de todo su discurso, igual que en sus libros, porque sí, yo leí el famoso Bestseller que lo llevó a la fama, no encontraréis ninguna referencia al cariño, a la comprensión, al consuelo. Sólo encontraréis conceptos como científico, método, rutina, hábito. Según él, mi hijo no aprendió a dormir solo porque no supe aplicar el método. Y porque no quise. Porque después de dejar dos noches seguidas a mi hijo llorar dos horas seguidas y dormirse agarrado (con fuerza) a los barrotes, quedarse afónico, con los ojos como huevos, decidí que había otros métodos para aprender a dormir. Conozco bebés que los ponen en la cunita y se duermen solos y sus padres me han confesado que no han hecho nada para que eso pase. Pues no sé de quién es el mérito. Cuando los profesoras del colegio de mi hijo me guían y me dicen que aplique rutinas y hábitos siempre me lo explican en positivo. Sinceramente, dejar a un bebé berrear histérico de miedo dos horas seguidas en la oscuridad de la noche no creo que sea muy positivo. Aunque asegura convencidísimo que no existen ninguna investigación científica que diga que esto traumatiza a nadie.  Acabo mentando, aunque no querría, el título de su último libro: ¡A dormir! De nuevo, en mi humilde opinión, me suena más a orden que a otra cosa. Pero lo mío es sólo eso, una opinión.