Científicos escoceses desarrollaron un escáner que ilumina los puntos de las arterías con mayor acumulación de grasa y que pueden provocar los coágulos que desencadenan la parálisis del músculo cardiaco. Los investigadores utilizaron un trazador radiactivo que genera una imagen detallada del corazón e ilumina los depósitos peligrosos en las arterias, para poder analizarlos posteriormente en las exploraciones de alta resolución. La localización de los puntos de riesgo abre las puertas a tratamientos basados en el uso de estatina o aspirina, en cambios alimenticios drásticos o en inserciones de stents en las arterias para facilitar su apertura. El equipo probó el detector en 40 pacientes que habían sufrido ya un ataque al corazón, de modo que sólo corroboró los daños producidos en pacientes infartados. El infarto agudo de miocardio es la primera causa de muerte en el mundo, según la Organización Mundial de Salud (OMS). Este nuevo método de diagnóstico podría reducir el número de defunciones al revelar el riesgo cardiovascular antes del primer infarto.