Revista Salud y Bienestar
En el Instituto Karolinska, en
Estocolmo (Suecia) han conseguido construir una neurona artificial
completamente funcional a base de bioelectrónica orgánica. Como artificial que
es, no contiene ningún tipo de ‘elemento vivo’ o tejido extirpado del cuerpo
humano, pero aún así cumple en la función de actuar de la misma manera que una
célula nerviosa lo haría e incluso poder comunicarse con ellas. El proceso de
comunicación entre neuronas es similar a como se transmiten algunos elementos
de la flora, por ‘esporas’. Ellas no están en contacto directo, sino que hay
cierta distancia entre ellas y, a la hora de enviar información utilizan
estimulaciones eléctricas que se liberan en forma de ‘esporas’, que recibe la
siguiente neurona y las procesa. Esta nueva técnica hace que por fin sea
posible estimular las neuronas en base a señales químicas específicas recibidas
de distintas partes del cuerpo. En el futuro, esto puede ayudar a los médicos a
‘pasar por alto’ las neuronas dañadas y transmitir la información por estas
neuronas artificiales pudiendo así llevar las señales eléctricas a su objetivo.
Esta función podría volver a hacer posible que una persona con parálisis en
alguna extremidad o en otra parte de su cuerpo volviese a poder moverla sin
intervenciones quirúrgicas mayores.