Desarrollan una sustancia antiinflamatoria natural novedosa

Investigadores del Instituto de Farmacia de la Universidad Martin Luther de Halle-Wittenberg (MLU) han desarrollado un método para producir sustancias con calidad controlada. Dado que el organismo no las reconoce como sustancias extrañas, ofrecen ventajas sobre los fármacos antiinflamatorios como el ibuprofeno o el diclofenac. Los resultados se publicaron hoy en el European Journal of Pharmaceutical Sciences.
Estas nuevas sustancias antiinflamatorias se encuentran naturalmente en el cuerpo humano , por ejemplo, en la superficie interna de las células.. Cuando una célula muere, se vuelve del revés, o más precisamente, fosfatidilserina (PS), cierto componente de su membrana celular. Esto le da a los fagocitos la señal para digerir la célula muerta. La PS también asegura que no haya respuesta inflamatoria. Algo similar sucede en los pulmones, que se enfrentan regularmente a una gran cantidad de sustancias extrañas después de una inhalación. Aquí otro fosfolípido, el fosfatidilglicerol (PG), asegura que no haya una respuesta inflamatoria excesiva. El grupo de investigación de Mäder ha preparado ambas sustancias para que puedan utilizarse potencialmente como fármacos; las posibles áreas de aplicación incluyen infartos, artritis y psoriasis.
Desde un punto de vista médico, ambos fosfolípidos el cuerpo no los reconoce como sustancias extrañas, lo que significa que se pueden esperar menos efectos secundarios. Un estudio estadounidense ya ha demostrado que la PS es particularmente eficaz para combatir la inflamación después de un ataque cardíaco. Los fosfolípidos forman pequeñas partículas que tienen menos de diez nanómetros de tamaño. Esto les permite someterse fácilmente a una filtración estéril. También han demostrado ser inofensivos para las células y los componentes sanguíneos. Especialmente, se demostró que las partículas de PG producidas de esta manera reducen la actividad inflamatoria de los fagocitos en condiciones de laboratorio. Se necesitan varios ensayos clínicos antes de que las sustancias antiinflamatorias naturales puedan usarse en humanos.