El desarrollo y cuidado de los bebés de 12 meses es un momento del crecimiento en el que el bebé alcanza rápidamente nuevos hitos y se hacen más independientes. Te explicamos los cambios físicos y psicológicos que se producen durante esta etapa, de la importancia de la rutina y la vinculación segura, de consejos para fomentar la exploración y el desarrollo, y de los controles médicos y las vacunas cruciales.
Los hitos del desarrollo físico y mental en el primer año
Desde el momento de la concepción, un bebé emprende un extraordinario viaje de desarrollo y crecimiento. Cuando el bebé cumple 12 meses, la transformación y los cambios de desarrollo que se han producido son realmente asombrosos. El primer año de vida de un bebé se caracteriza por cambios rápidos y muy acelerados, tanto físicos como mentales. De ser un recién nacido completamente dependiente, a los 12 meses el bebé es ya un individuo curioso, activo y en pleno desarrollo. Durante este tiempo, el crecimiento y el desarrollo del bebé no sólo son evidentes en sus cambios físicos, sino también en su desarrollo cognitivo, emocional y social.
A los 12 meses los bebés son muy curiosos y disfrutan explorando su entorno. Su desarrollo cognitivo les permite comprender instrucciones y gestos sencillos. Les divierten tareas sencillas, como encender y apagar la luz, que muestran tanto su creciente comprensión de la causa y el efecto como sus incipientes habilidades motoras. Además, también empieza a desarrollarse su sentido del humor, y pueden participar en juegos e interacciones sencillas que provocan risas y alegría.
En esta etapa, el cerebro del bebé se expande rápidamente, y va adquiriendo más habilidad para comprender y responder al mundo que le rodea. Avanzan en su capacidad de comprender y responder a palabras y órdenes sencillas. Además, van desarrollando un repertorio creciente de sonidos y gestos para expresar sus necesidades y emociones, sentando las bases de un mayor desarrollo del lenguaje y las habilidades comunicativas.
A los 12 meses, los bebés deberían haber alcanzado varios hitos del desarrollo entre ellos, la capacidad de sentarse sin apoyo, gatear o incluso dar sus primeros pasos, agarrar objetos pequeños con el pulgar y el índice, y entender instrucciones sencillas. Es esencial que los padres y madres seamos conscientes de estos hitos y consultemos con un pediatra si les preocupa el desarrollo del bebé. Las revisiones periódicas y las evaluaciones del desarrollo son importantes para asegurarse de que el bebé progresa como es de esperar en su desarrollo físico, cognitivo y emocional.
Movilidad
La movilidad y las capacidades físicas de un bebé de 12 meses son realmente notables. A esta edad, la mayoría de los bebés exploran activamente su entorno, se levantan y pueden incluso dar sus primeros pasos independientes. También están desarrollando su motricidad fina, lo que les permite coger objetos pequeños con mayor destreza y precisión. Estos logros físicos son un testimonio de la fuerza muscular, la coordinación y el equilibrio del bebé, que evolucionan rápidamente.
A los 12 meses, muchos bebés son capaces de pasar de gatear a caminar, adapta tu casa para un bebé que gatea o camina, y también pueden disfrutar de actividades que les permitan practicar sus habilidades recién adquiridas, como empujar y tirar de juguetes y explorar su entorno con un sentido de la independencia. Fomentar y proporcionar un entorno seguro para que el bebé desarrolle y perfeccione sus habilidades motoras es crucial en esta etapa. Es una época de supervisión constante y de creación de un espacio que sea a la vez estimulante y seguro para que el bebé explore y se mueva.
Más allá de sus logros físicos, los bebés de 12 meses también perfeccionan su coordinación mano-ojo y su destreza manual. Pueden disfrutar con actividades sencillas que implican apilar bloques, pasar las páginas de un libro o jugar con juguetes que requieren agarrar y manipular objetos. Estas actividades no sólo fomentan el desarrollo físico del bebé, sino que también contribuyen a su desarrollo cognitivo y a sus habilidades para resolver problemas.
Es importante que los padres y madres fomentemos y animemos al bebé a explorar su entorno y a jugar, proporcionándole oportunidades para desarrollar y perfeccionar sus habilidades motoras, en un entorno seguro y de apoyo. Participar en actividades físicas apropiadas para su edad y ofrecerle juguetes y objetos que fomenten el movimiento y la manipulación pueden contribuir en gran medida al desarrollo físico del bebé y a su bienestar general.
Curiosidad y atención
A los 12 meses, los bebés muestran cada vez mayor curiosidad y atención por el mundo que les rodea. Pueden sentir un gran interés por explorar objetos y su entorno, mostrando a menudo un sentido de la maravilla y deseos de aprender acerca del mundo. También mejora su capacidad para concentrarse en tareas y actividades, lo que les permite participar en juegos y exploraciones sencillas durante periodos más prolongados.
Los bebés de esta edad pueden disfrutar con actividades que estimulan su curiosidad y mantienen su atención, como los clasificadores de formas, las tazas encajables o los juguetes que producen una variedad de sonidos y texturas. También pueden disfrutar con juguetes de causa-efecto, como hacer rodar una pelota por una rampa o pulsar botones para producir música o luces. Estas actividades no sólo satisfacen su curiosidad natural, sino que también contribuyen a su desarrollo cognitivo y a la comprensión del mundo físico.
Es también una etapa en la que los bebés pueden empezar a mostrar preferencias por ciertas actividades, juguetes o tipos de juego. Pueden expresar sus gustos y disgustos con más claridad, lo que permite que adaptemos sus experiencias de juego a los intereses y preferencias que va desarrollando el bebé. Proporcionar actividades variadas y estimulantes, apropiadas para la edad, es esencial para apoyar la creciente curiosidad del bebé y su atención sostenida.
Además, en esta etapa se inicia el sentido del humor del bebé y su disfrute de juegos e interacciones sencillas. Pueden disfrutar con juegos como cucú-tras, imitando gestos sencillos o respondiendo a sonidos y expresiones juguetonas. Estas interacciones no sólo aportan alegría y risas al bebé, sino que también contribuyen a su desarrollo emocional y a su participación social.
Alimentación y sueño
Al cumplir 12 meses, los patrones de alimentación y sueño de un bebé han evolucionado significativamente con respecto a los primeros meses. Mientras que muchos bebés de 12 meses pueden haber pasado a consumir una dieta variada que incluya alimentos blandos de la mesa, todavía necesitan una cantidad significativa de alimento de la leche materna o de fórmula.
Es importante consultar con el pediatra para asegurarse de las necesidades nutricionales del bebé. La introducción de alimentos sólidos y de mesa debe abordarse teniendo en cuenta la madurez individual del bebé y sus necesidades nutricionales. Es esencial proporcionar una dieta equilibrada y variada que incluya una combinación de frutas, verduras, cereales, proteínas y lácteos para favorecer un crecimiento y desarrollo sanos del bebé.
Además, las necesidades de sueño de un bebé de 12 meses pueden haberse estructurado más, y muchos bebés consiguen consolidar su sueño en dos siestas diarias y un promedio de 12-16 horas de sueño en un período de 24 horas. Establecer una rutina de acostarse coherente y relajante puede contribuir en gran medida a mejorar los hábitos de sueño del bebé y su bienestar general. Un sueño adecuado y reparador es crucial para el crecimiento, desarrollo y regulación emocional del bebé, y es importante que los padres den prioridad y favorezcan hábitos de sueño saludables.
Establecer un entorno nutritivo y positivo a la hora de comer también puede contribuir a los hábitos alimentarios del bebé y a su relación con la comida. Fomentar que el bebé se alimente solo, ofreciéndole una gran variedad de alimentos nutritivos y manteniendo un horario regular de comidas y tentempiés, puede ayudar a establecer patrones y preferencias alimentarios sanos. Es habitual que los bebés de 12 meses muestren independencia y preferencias en sus hábitos alimentarios, y es importante que les orientemos y apoyemos, al mismo tiempo que respetan la autonomía que va adquiriendo el bebé.
Consejos de desarrollo y exploración
Durante el primer año de vida, y especialmente cuando el bebé alcanza los 12 meses, hay varias formas en que podemos apoyar y estimular activamente el desarrollo y la exploración del bebé. Es esencial proporcionar un entorno seguro y enriquecedor que fomente la exploración física y cognitiva. Actividades sencillas, como jugar con juguetes que fomenten el apilamiento, la clasificación y el anidamiento, pueden estimular las habilidades motoras y cognitivas del bebé.
Leer juntos libros sencillos, participar en juegos interactivos y canciones, y proporcionarle oportunidades para explorar sus sentidos, por ejemplo, a través del tacto y la textura, pueden enriquecer aún más el aprendizaje y el desarrollo del bebé. El juego y la exploración al aire libre, bajo una supervisión atenta, también pueden proporcionar al bebé valiosas experiencias para desarrollar sus sentidos, observar el entorno y desarrollar sus capacidades físicas. Las interacciones periódicas y estimulantes con el bebé, como hablarle, cantarle y responder a sus señales, pueden contribuir en gran medida a su desarrollo del lenguaje, a su implicación social y a su bienestar emocional.
Es importante que nos adaptemos al ritmo y a las preferencias individuales de nuestro bebé, apoyándolo y animándolo a medida que explora y aprende a su propio ritmo. Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y es importante crear un entorno que permita y celebre los puntos fuertes y logros individuales del bebé. Celebrar y fomentar los esfuerzos del bebé, ya se trate de dar sus primeros pasos o de balbucear nuevos sonidos, puede ser de gran ayuda para reforzar su confianza y motivación para explorar y aprender.
Visitas médicas y vacunaciones
Las visitas médicas periódicas y las consultas con el pediatra son cruciales para garantizar la salud general, el desarrollo y el bienestar de un bebé de 12 meses. Estas visitas brindan la oportunidad al bebé de someterse a exámenes físicos y evaluaciones del desarrollo, y los padres y madres podemos plantear cualquier duda o preocupación que puedan tener sobre la salud y el desarrollo del bebé. El pediatra puede ofrecer valiosas orientaciones sobre la nutrición, el sueño, la seguridad y los cuidados generales del bebé.
Además, seguir el calendario de vacunación es importantes para proteger al bebé de diversas enfermedades evitables. Las vacunas son un aspecto fundamental de la asistencia sanitaria del bebé y desempeñan un papel importante en la salvaguardia de su salud y de la de la comunidad. Es importante que los padres y madres se mantengan informados sobre el calendario de vacunaciones recomendado y que se aseguren de que el bebé recibe las inmunizaciones necesarias, para mantener su inmunidad frente a enfermedades potencialmente peligrosas.
Rutina y vínculo seguro
Establecer una rutina constante y enriquecedora es beneficioso para la seguridad emocional y el bienestar general de un bebé de 12 meses. Las rutinas cotidianas predecibles proporcionan al bebé una sensación de estabilidad, seguridad y comodidad, y pueden ayudar a regular sus actividades de sueño, alimentación y juego. Una rutina de acostarse tranquila y coherente puede indicar al bebé que es hora de descansar y prepararse para dormir tranquilo durante la noche.
Además, establecer un vínculo seguro con el bebé es esencial para su desarrollo emocional y bienestar. Responder a las señales y necesidades del bebé, ofrecerle consuelo y tranquilidad, y crear un entorno cariñoso y de apoyo contribuyen a que se sienta seguro y confiado. Crear un vínculo fuerte y seguro con el bebé puede sentar las bases para unas relaciones sanas y una buena salud emocional en los años venideros.
También es importante que cuidemos de su propio bienestar, buscando apoyo cuando lo necesiten y dando prioridad a su propia higiene y descanso. Cuidar a un bebé de 12 meses puede ser alegre y gratificante, pero también requiere mucha energía y paciencia. Dando prioridad a su propio bienestar, los padres pueden satisfacer mejor las necesidades del bebé y proporcionarle un entorno enriquecedor y de apoyo para su continuo crecimiento y desarrollo.
Señales de alarma del desarrollo
Si bien cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, existen ciertas señales de alerta o retrasos en el desarrollo de los que los padres deben ser conscientes y buscar el consejo de un pediatra si los observan en su bebé de 12 meses. Pueden incluir retrasos importantes en el logro de hitos físicos, nulo o limitado balbuceo o intentos de comunicación, dificultades en el contacto ocular o la implicación social, problemas persistentes para comer o irritabilidad extrema, y rigidez o flacidez inusuales en el cuerpo del bebé.
Si tienes alguna duda sobre el desarrollo de tu bebé, es importante que consultes con tu pediatra para que realice una evaluación. La identificación y la intervención tempranas en cualquier posible preocupación del desarrollo pueden contribuir en gran medida al desarrollo y bienestar general del bebé.
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