Cuando te puede la tristeza
la vida se amarga ante los ojos
de cualquier mirada soñadora.
Los sueños se transforman en una especie
de lágrima furtiva que busca un lugar
para cultivar su alegría.
Incluso el sol decide cederle
su lugar a las nubes,
oscuras como una noche
de esas que parecen no tener fin
para respirar el aire puro de la realidad soñadora.
Pero de algunas miradas
nacen luces que iluminan tanta tristeza
y crecen sueños mezclados con ilusión
para vivir en un mundo liberado
de agujas afiladas en este presente aterrador.