No puedo más. No puedo más. No puedo más.
Más.
No puedo.
Al principio, me hacían gracia sus manías. Te diré, incluso, que amaba su…peculiaridad.
Buscaba la perfección visual. Siempre.
Pon esto así, gira aquello allá, mueve eso hacia aquí…
Ahora, que ya no es el principio, no puedo más. Odio sus…peculiaridades.
Se lo iba a decir ayer. Mira, No puedo más.
Me hizo comer la pasta, moviendo el tenedor con precisión para que mis espaguetis encajaran a la perfección con la ilustración del paraguas del bol…
Pero , hoy, se lo voy a decir.
Esto no lo aguanto.
¿Qué sostenga el globo, durante toda la tarde, para que el cuadro luzca perfecto en la pared? ¿Así que me tengo que quedar inmóvil, horas y horas, para que el huevo este sea perfecto?
Mira, no puedo más…
NB : Las fotografías que me han inspirado este breve, son de la australiana Peechaya Burroughs .