Desayuno con diamantes

He revisado hace poco esta película, y cada vez que la veo, me parece mejor.
Una película romántica (o no), de lo que hoy se podría decir comedia romántica, aunque no le lleguen a la altura del betún muchas de las que se hacen hoy en día.
La trama gira en torno a Holly (una perfecta Audrey Hepburn), y su manera de subsistir, aprovechándose de los hombres que la cortejan, por su gran belleza. Es un espíritu rebelde, loco se podría decir, hasta que se topa con su nuevo vecino (George Peppard), que aunque de una vida similar a ella (pues también sobrevive gracias a una mujer), se convierte en su conciencia.
La película, dirigida por el magnífico Blake Edwards, adapta un libro de Truman Capote, y se nota que se adelanto a su tiempo (y mucho), pues si intentas ver la película con ojos de los 60, sin duda a más de uno, escandalizo la manera de vivir de estos dos simpáticos personajes.
El ritmo se mantiene a lo largo de toda la película, y permite ver las locuras que va haciendo Holly, la verdadera protagonista del film, todo gira en torno a ella.
Los actores están perfectos, y sobretodo Hepburn, que le sienta el papel como un guante, y se nota a lo largo de toda la película, tiene la perfecta combinación de glamour, locura y candidez. Peppard no se queda atrás, y también borda su papel de gigolo a la fuerza.
No suelo comentar mucho las bandas sonoras, pero en esta ocasión, destaca la creada por Henry Mancini. Armoniza a la perfección con toda la película, y a destacar por supuesto la canción "Moon River", y sobretodo en la escena en la que Hepburn, la canta sentanda en la ventana, es una de las escenas inolvidables de la historia del cine.
(PROBABLE SPOILER)Por supuesto el final, es bastante comercial, pero sin duda queda bien, o por lo menos es lo que estas deseando a lo largo de toda la película (y no digo más) (FIN SPOILER).
Una película imprescindible, y que por lo menos hay que ver una vez en la vida. Hay que dejar de lado los prejuicios sobre el romanticismo, pues esta película no lo es tanto, y merece mucho la pena.