Creo que una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida como lectora fue cuando leí “Una breve historia de casi todo” de Bill Bryson. Que a mí, una persona a la que nunca le interesó la ciencia y la naturaleza, me enganchase de tal manera ese libro de divulgación científica con más de 500 páginas era una cosa increíble. Pero sí, lo devoré y aprendí un montón de cosas (tengo que releerlo porque se me han olvidado la mayoría xD). Así, cuando me ofrecieron reseñar un libro sobre física cuántica para el gran público, no tuve demasiadas dudas y accedí. Si algo me ha enseñado Bryson es que la ciencia puede ser divertida.
El gato de Schrödinger, universos paralelos, infinitas posibilidades a la vez… La física cuántica no es algo fácil de entender ni, probablemente, fácil de explicar. Y en este libro creo que se hace un gran esfuerzo por acercarlo a la gente corriente (a veces con mejores o peores resultados). El lenguaje es sencillo, las explicaciones concisas y con ejemplos que puede entender casi todo el mundo. Además, te pone en antecedentes sobre las teorías que se han ido teniendo a lo largo de la historia, y cómo han ido cambiando según se han ido demostrando otras teorías. Hasta ahí todo bien.A pesar de todo lo bueno anteriormente dicho, hay ciertos pasajes en el libro en los que los autores (Sonia y Francesc) se convierten en personajes e intentan explicar las teorías cuánticas a través de viajes en el tiempo y de seres fantásticos y sinceramente creo que no fue la mejor idea. Nos lleva a unas situaciones tan absurdas e inverosímiles que hacen que el libro pierda credibilidad. Incluso en cierto momento del libro, en el que aparece un “hada cuántica”, solté una carcajada de lo ridículo que me parecía todo. Personalmente, me gusta que expliquen las cosas de un modo cercano y sencillo, pero en este libro creo que no se hace del modo correcto. La finalidad divulgativa falla en cuanto te parece ridículo lo que te están contando, o más bien, cómo te lo están contando.
Desayuno con partículas no es un mal libro sobre física cuántica, pero para mí es un libro bastante mediocre en cuanto a divulgación. Puede parecer que habla mi vena anglófila, pero creo sinceramente que los autores de lengua inglesa tienen mucho más desarrollada su vena divulgativa y son capaces de explicar y transmitir a los demás conocimientos con mayor facilidad (véase Stephen Jay Gould o Bill Bryson). Aún así, se agradece el intento de la autora de querer llevar su especialidad (la física cuántica) a las casas españolas, tanto con este libro como con sus anteriores títulos orientados hacia el público juvenil. De momento, me quedo con otros libros de ciencia.
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Título: Desayuno con partículas
Autor: Sonia Fernández-Vidal y Francesc Miralles
Editorial: Plaza & Janés
EAN: 988401348136
Págs: 278