Revista Diario
El desayuno y la merienda son dos momentos importantes de cara a la alimentación de nuestros hijos. El desayuno, todos sabemos por qué, se dice que es la comida más importante del día, y si queremos que afronten la jornada con un mínimo de energía, necesitamos que tomen todo aquello que les aporte vitalidad y les de fuerza. Si Rayo no desayunara en condiciones, no sé qué sería de él. Su ritmo de actividad es frenético, desde muy temprano. Es más, durante el curso se levanta antes para que le de tiempo a tomarse todo su desayuno. Y ahora de vacaciones, ya sin horarios, lo hace con tranquilidad.
Lo importante es variar, porque si les damos siempre lo mismo acaban aburriéndose. Con los niños hay que reinventarse continuamente si queremos conseguir nuestro objetivo. La base siempre igual, eso sí, ¡lacteos! Si conseguimos un aporte extra en ese vaso de leche, mejor que mejor, toda ayuda es poca ahora que están creciendo tanto. Ya sabéis que soy fan de Cola Cao, pero si además es Cola Cao Complet, tenemos ayuda extra (vitaminas, minerales, calcio, y toda esa lista interminable que suelen contarnos en el envase, que aunque no me la sé, soy consciente de su valor). Y a ese vaso de leche con sus “ayudas” le añadimos tostadas con aceite, tostadas con mermelada, o bien unos cereales, unas galletas, ….., un día se me ocurrió hacerle las tostadas dándoles forma con los moldes para hacer galletas. ¡Qué éxito! Tostadas con forma de corazón, de elefante, de estrella….. Los niños comen primero con la vista.
Durante todo el curso a Rayo le ha gustado merendar bocadillos. Soy una defensora de las meriendas tradicionales y como digo mi hijo gasta mucha energía, con lo cual necesita buenas meriendas para aguantar hasta la hora de la cena. Pero con el calor parece que no le apetecían tanto, así que la leche fresquita ha sido una buena alternativa, siempre chocolateada, ya sabéis…. ;) la leche blanca no va con él. Leche con galletas o leche con cereales son las meriendas estrella, se lo come fenomenal y yo contenta porque conseguimos el objetivo: una buena alimentación.
Ni que decir tiene que entre medias tenemos el “picoteo” propio del verano, pero eso me importa menos si las comidas principales las hace bien y completas.
Si durante el curso escolar es importante que los niños sigan una dieta sana y variada, no digamos ahora en verano. Piscina, playa, carreras, juegos, el día se les queda pequeño para todo lo que quieren hacer. Como dice mi peque, “mamá necesito repostar”, se nota que es un amante de los coches, ¿verdad?