En el mundo del espionaje internacional de más alto voltaje, el letal Lance Sterling es el espía más alucinante del mundo. Es ‘cool’, encantador, súper cualificado, y nadie lo hace mejor que él. Colabora con el joven Walter, un genio científico que inventa los gadgets y artilugios que Lance usa en sus misiones. De repente, cuando los eventos dan un giro inesperado, Walter y Lance tendrán que confiar el uno en el otro de una manera completamente nueva. Y si esta extraña pareja no puede aprender a trabajar en equipo, todo el mundo está en peligro. Película de animación basada en el corto Pigeon Impossible (2009) de Lucas Martell, producida por Fox Animation y Blue Sky Studios
Critica Personal
Pocos tótems culturales existen tan parodiables como el agente Bond y todo lo que le rodea, pero eso no significa que sea fácil hacerlo, o que se deba sin tener claro qué se quiere parodiar exactamente. En el mismo ADN de la criatura de Ian Fleming —especialmente en cuanto a sujeto fílmico— ya viene impreso un ingrediente de distanciamiento irónico, de coartada lúdica que a lo largo de las décadas y las películas ha ido dilatándose o encogiéndose, según sus productores notaran los ánimos ahí fuera. Es por ello que justo en la etapa de mayor confusión existencial de 007 —la etapa de los movimientos feministas, el MeToo y el revisionismo pop—, sea cuando más parodias nos llegan, teniendo clara cada una de ellas qué faceta del fenómeno pretende desmantelar. El espía que me plantó de Susanna Fogel le daba voz y sororidad a las chicas Bond. Johnny English: De nuevo en acción ponía el acento e…