Revista Ajedrez

Deschapelles, ¡ajedrecista!

Por Aarteaga61

Y por fin, entramos a comentar, algunas anécdotas de Deschapelles, en lo referente a su relación con nuestro querido juego-ciencia!.
Deschapelles, ¡ajedrecista!
Deschapelles tenía sus propias ideas:
“El ajedrez se desarrolla de manera más o menos uniforme en las personas que lo practican con frecuencia durante toda su vida. Una vez que se alcanza un nivel de fuerza certero, para la mayoría de sus practicantes resulta muy difícil avanzar o retroceder en el conocimiento del mismo. Si acaso, con el paso del tiempo, sólo son las facultades fisiológicas humanas las que provocan un retroceso en la fuerza del juego”.
Aquella era una forma de pensar que debe ser considerada para una época en donde lo más que predominaba era la práctica continua y apenas se dedicaba tiempo a realizar un estudio serio de la “escasa” teoría existente.
Así Deschapelles “honró” sus propias ideas y en Mayo de 1836, tras 15 años de inactividad (!?), pudo jugar contra el entonces fortísimo ajedrecista De la Bourdonnais un curioso match a tres partidas “sin damas” sobre el tablero y con una serie de peones adicionales por bando y terminó ganando dos de ellas, perdiendo sólo la restante.
Deschapelles, ¡ajedrecista!
Entusiasmado por su brillante resultado ante tal reputadísimo rival (el mejor del mundo), visitó dos veces más el club aquella misma semana para jugar otro “minimatch”, de nuevo a tres partidas, esta vez contra Saint Amant (el mejor jugador francés tras De La Bourdonnais), pero esta vez dándole peón de ventaja y dos movimientos de más de salida (!?), ganando cada uno una partida y entablando la restante.
Deschapelles, ¡ajedrecista!
Satisfecho personalmente por este “hito histórico” que confirmaba su teoría, pero también dándose cuenta de que ya no podía conceder ventajas a su discípulo Saint Amant, en un acto que bien reflejaba su ¡propia vanidad!, Deschapelles ¡nunca más volvió a jugar al ajedrez!, retornando a la práctica del Whist hasta llegar a ganar de 30.000 a 40.000 francos anuales con él. De hecho organizó la famosa competición conocida con el nombre de ¡Copa Deschapelles!.
Se puede afirmar que nuestro personaje nunca estudió la teoría ajedrecística y siempre prefirió improvisar sobre el tablero mientras competía. Por lo tanto, se desprende que la rapidez de reflejos en su juego no fue su punto fuerte.
Sin embargo, las crónicas del momento sí afirman que De La Bourdonnais, su brillante sucesor, fue considerado como uno de los ajedrecistas más “veloces” de la historia (El “Anand” del S.XIX).
Deschapelles legó al mundo del ajedrez otra curiosa frase que quedó para la posteridad:
“Nunca sé si debo moverme por un flanco o por el otro. En realidad no me preocupa ni capturar piezas ni defenderlas. Es más, no me planteo ni tan siquiera atacar a ultranza. Yo sólo juego en la búsqueda del ¡Jaque Mate!”.
Deschapelles siempre será recordado por sus frecuentes visitas al famoso Café de la Régence, que había sido el refugio hasta el fatídico año de 1794 de Robespierre, uno de los máximos valedores de los principios de la libertad, igualdad y fraternidad franceses (!). La idea de Deschapelles era clara mientras duró su afición por el ajedrez: Llegar allí y jugar, pero con apuestas económicas de por medio y encantado casi siempre de ofrecer ventaja inicial de piezas o peones a sus rivales (!?), la mayoría de las veces con rotundo éxito deportivo.
Deschapelles, ¡ajedrecista!
Contamos ahora otra de sus anécdotas:
Le sucedió en Prusia, cuando formando parte del ejército napoleónico (fue bonapartista hasta el final de su vida), aplastó a las tropas prusianas en la Batalla de Jena, entrando luego junto a 30.000 hombres en la ciudad de Berlín que ¡tomaron sin consideración alguna!.
Deschapelles, ¡ajedrecista!
Indica Deschapelles que se alojó entonces en casa de un coronel prusiano de la guardia nacional y pronto surgió el ajedrez como un interesante pasatiempo y aquel oficial, ya en la primera tarde de su estancia, aprovechó para llevarle a un club de ajedrez berlinés, fundado por el propio Rey Federico II el Grande.
Cuenta Deschapelles que se sorprendió porque nada más entrar en el club ya le estaban esperando tres de los mejores jugadores de ajedrez de la ciudad que querían retarle. Deschapelles les quiso ofrecer su “usual” material inicial de ventaja, pero por “honor”, aquellos caballeros heridos en su amor propio por la derrota de su ejército, le obligaron a rehusar su oferta inicial.
Entonces Deschapelles optó por jugar al unísono contra todos ellos que actuaban en consulta y… ¡les venció!. Los prusianos aceptaron de buen grado aquel “repaso ajedrecístico” y lo despidieron con aplausos, algo totalmente ¡inusual en un pueblo herido de guerra! pero totalmente normal cuando se intentaba reconocer la ¡valía ajedrecística internacional! de este personaje.  
Un año, más tarde y esta vez tras la sangrienta Batalla de Eylau, entre las tropas de Napoleón y la mayor parte del ejército “ruso” (bajo el mando del General Benigssen), de nuevo Deschapelles tuvo que pasar por Berlín y un día mientras paseaba por una de sus calles, se volvió a encontrar con aficionados de ajedrez de aquel club, que inmediatamente ¡lo reconocieron! y le brindaron la oportunidad de que fuera de nuevo allí para que les concediera la revancha a sus mejores ajedrecistas.
Deschapelles, ¡ajedrecista!
Esta vez, Deschapelles aceptó, pero sólo ofreciéndoles la ventaja inicial de salida de una torre, cosa que le costó bastante lograr ante la “terquedad” de sus rivales, que bajo ningún concepto aceptaron jugar con dinero de por medio (!?) - una costumbre sólo arraigada en Francia y en Inglaterra - .
La lucha (esta vez en simultánea) fue feroz y de nuevo Deschapelles resultó vencedor. Los berlineses enseguida comprendieron que no sólo habían sido vencidos por los franceses en la fuerza física de la guerra, sino también en una de las piedras de toque que brindaba el intelecto humano, en la batalla (igual de intensa pero mucho menos dañina) que se produjo sobre un tablero de ajedrez… .
La idea de Deschapelles de jugar ofreciendo ventaja inicial se prolongó incluso enfrentándose a los mejores jugadores franceses de la época, como Ney, Fouché, Junot y el propio Luis Bonaparte, hermano del propio Napoléon.
En 1821, el brillante ajedrecista y literato, el británico William Lewis (secretario de una compañía de comercio en su país) viajó a París para invitar a nuestro héroe a que se enfrentara contra él, pero aprovechando un viaje comercial que tendría que realizar, sería en Frascati-!?- (una ciudad romana anexionada al imperio francés en 1806), en un match a tres partidas, donde gracias a Howard Staunton, se pudieron guardar las anotaciones de las mismas para la posteridad, constituyendo el único evento completo que se mantiene hoy en día de Deschapelles.
Deschapelles, ¡ajedrecista!
No tienen sino que observar en las millonarias bases de datos existentes, las poquísimas partidas que de él tristemente se conservan. ¡Se pueden casi contar con los dedos de una mano!.
Pasamos ahora a comentarles estos tres cotejos, dos de ellos practicamente inéditos para la mayoría de los aficionados y en aras de intentar que los mismos al menos se conserven y no pasen al completo olvido, más que por su calidad, por su trascendencia histórica; aquí siguen:

(1) Lewis - Deschapelles
Frascati (1), 1821
[Jimenez,A sobre notas de Rybka 3 32-bit]

Deschapelles juega sin el peón "f". 1.e4 Cc6 2.d4 e5 directamente al centro!. 3.d5 Cce7 4.Ag5 clavando al caballo. 4...d6 5.Axe7? Parece mejor sacar piezas. 5...Dxe7 Ahora las negras tienen la pareja de alfiles (!?). 6.Ad3 g6 7.Ce2 Ah6! dando juego a una de sus peores piezas. 8.Cd2 Cf6 9.Cf3 0-0 10.Cg3 Ag4 11.h3? Axf3 12.gxf3 Af4 con compensación por el material entregado. 13.De2 Tf7 14.Df1 Taf8 Las grandes figuras del ajedrez mundial siempre se han caracterizado por prestar una mayor atención al "tiempo" que a la ventaja material. 15.Dg2 Rh8 16.h4 Dd7 17.Dh3 Da4 Espíritu romántico. 18.c3? debilitando las casillas blancas. 18...Da5?! Mejor llevar directamente el caballo a "c5" vía "d7". 19.Re2? El rey no se mostrará nada seguro en el centro del tablero. 19...Db6 20.Tab1 c6 Hacia el centro!. 21.h5 Axg3! 22.fxg3 gxh5?! [Era expeditivo 22...Cxd5! con fortísima presión por la columna "f".] 23.Th2 Te7?! [Y ahora de nuevo se imponía otro golpe con el caballo. 23...Cg4! ] 24.Rd2 Tef7 25.Rc2 Diagram
Deschapelles, ¡ajedrecista!
25...De3? [De nuevo valía 25...Cg4! 26.fxg4 Tf2+ 27.Ae2 Txh2 28.Dxh2 Tf2 ganando.] 26.Tf1 Db6 27.dxc6 bxc6 28.De6 Las blancas han pasado lo peor y ahora toman la iniciativa. 28...Dc7 29.Thh1 Te8 30.Df5 d5 31.Th2 Dd6 32.Rb1 Tef8 33.exd5 Sigue ahora un juego nervioso por ambos bandos, típico en la época: 33...Cxd5? [33...Cg4 34.Dxh5 Cxh2 35.Dxh2=] 34.Dxh5?? [34.De4!+/-] 34...Cxc3+ [34...Cf4! hubiese ganado de inmediato.] 35.Rc2 Td8 [Es mejor 35...Cd5 con ligera ventaja blanca.] 36.Dg6 [36.Axh7 debe ganar.] 36...Dxg6 [36...e4!?] 37.Axg6 Tg7 38.Axh7 [38.Tfh1! con clara ventaja blanca.] 38...Txh7 39.Txh7+ Rxh7 40.Rxc3 Rg6 41.Te1 Rf5 42.Te4 Td7 43.Th4 Re6 44.Th5 Tf7 Sin duda una partida no apta para "cardiacos". Muestra muy bien el estilo siempre aventurero de Deschapelles (¡real como su vida misma!). 1/2-1/2

(2) Lewis - Deschapelles
Frascati (2), 1821
[Jimenez,A sobre notas de Rybka 3 32-bit]

Deschapelles juega sin el peón "f". 1.e4 Cc6 2.d4 e5 3.d5 Cce7 4.Ag5 Cf6 Variando con respecto a la primera partida. Deschapelles no estudiaba ajedrez. Simplemente se limitaba a improvisar "sobre el tablero" de una partida para otra ... . 5.Axf6 De nuevo la idea de desprenderse del alfil... . [5.Df3!?] 5...gxf6 6.Dh5+ Cg6 Unica. 7.Cf3 Ac5 8.Ch4 Las negras están ante graves problemas, pero no hay que olvidar que William Lewis (1787-1870) era un fortísimo jugador de la época. Autor del Chessboard Companion, Londres 1838 y también de otras obras populares sobre ajedrez (entre las que se incluyen traducciones de las de Greco y Stamma). Fue también un excelente profesor - su discípulo más aventajado sería Alexander McDonnell - y durante cierto tiempo ejerció esta labor en St Martin's Lane. En 1819 operó el autómata "El Turco" mientras se exhibía en Londres. Nos legó su contragambito: 1.e4 e5 2.Ac4 Ac5 3.c3 d5!?. 8...Rf7 [8...0-0 9.Cxg6 De8 10.Cf4 exf4 11.Dxe8 Txe8 12.Ad3+/-] 9.d6! Para introducir al alfil "vía c4". 9...Df8 10.Ac4+ Re8 11.Cxg6 hxg6 12.Dxg6+ Está claro. Lewis podía perfectamente jugarle de tú a tú a Deschapelles, pero no olvidemos que éste sólo prefería jugar de este modo o ¡abandonaba el ajedrez!: VANIDAD PURA!. 12...Rd8 13.dxc7+ Rxc7 14.0-0 Th6 15.Dg3 d6 ¡Lo que hace el deseo de tener una pareja de alfiles!... . 16.Cc3 Ad7 17.Cd5+ Rd8 18.b4 Ab6 19.Cxb6 axb6 Diagram
Deschapelles, ¡ajedrecista!
Se fue la pareja y las negras están perdidas, pero... 20.Dg8? Innecesario. [20.a4!+-] 20...Dxg8 21.Axg8 Tg6 22.Ad5 Ah3! La jugada que se le escapó a Lewis... . En el ajedrez, había que estar pendiente todo el tiempo, sin relajaciones. Y eso Deschapelles lo sabía perfectamente. 23.g3 Axf1 24.Rxf1 De cualquier modo las blancas están mejor, pero ya no están tan ganadas como lo estaban anteriormente y de eso se aprovechará astutamente Deschapelles. 24...Rc7 25.a4 Tf8 26.Re2 f5? No se le debe reprochar este movimiento al espíritu luchador de Deschapelles, que sólo piensa en abrir columnas para sus torres... . [26...Th6+/=] 27.Ta3? No estaba recuperado psicológicamente Lewis del mazazo anterior. [27.exf5+/-] 27...Th6 28.h4? [28.exf5 Txf5 29.Tc3+ Rb8 30.h4+/-] 28...f4!+/= y las negras se salvan por los pelos... . 29.Tf3 Tff6 30.b5 Rb8 31.Re1 Th7 32.Re2 Tc7 33.Rd2 Tg7 34.Re2 Tc7 35.Rd2 Una clara muestra de que en aquella época no se le prestaba atención a los "finales" de partida. ¡Qué bonito es apreciar el desarrollo del ajedrez! y en eso contándolo, Kaspárov ha sido todo un maestro!!. 1/2-1/2

(3) Lewis - Deschapelles
Frascati (3), 1821
[Jimenez,A sobre notas de Rybka 3 32-bit]

Deschapelles juega sin el peón "f". 1.e4 Cc6 2.d4 e5 3.d5 Cce7 4.Ag5 Cf6 5.Axf6 gxf6 6.Dh5+ Cg6 7.Cf3 Ahora Deschapelles, de nuevo improvisa sobre el tablero ante la desagradable partida anterior... . 7...De7!? Novedad. [7...Ac5?] 8.d6! De nuevo la idea de Lewis. 8...Dxd6 9.Ch4 Ag7 El alfil debía ir por aquí para defender "h8". [9...De6!?+/=] 10.Cxg6 hxg6 11.Dxg6+ Rf8 Una versión del "peón de menos" pero en mejores circunstancias que en las partidas anteriores. 12.Ac4 amenazando mate. 12...De7 13.0-0 Th6 14.Dg3 c6 15.Cc3 Diagram
Deschapelles, ¡ajedrecista!
15...d6? [Una pena. Se hubiera impuesto la inmediata: 15...f5! con compensación por el material entregado.] 16.Tad1 f5 17.f4 d5 Ambos se han lanzado a tumba abierta por el centro!. 18.Ab3 [18.exd5? Dc5+!] 18...dxe4? [18...exf4 pero tras 19.Dxf4 De5 20.exd5 Dxf4 21.Txf4 Ae5 22.Tc4 Axh2+ 23.Rf2+/-] 19.Cxe4!! Por fin Lewis se impone con este bonito sacrificio de caballo. 19...fxe4 20.fxe5+ Re8 21.Af7+ Dxf7 No queda otra y la partida se define, aunque entonces el abandono inmediato ¡no existía!. [21...Rf8 22.Td8+! Dxd8 23.Ae6+ Tf6 24.Txf6+!+-] 22.Txf7 [Es mejor 22.Td8+! ] 22...Rxf7 23.Db3+? Prueba de ello era que costaba ganar las partidas ganadas... . [23.Df4+! Rg6 (23...Re7 24.Tf1 Ae6 25.Dg5++-) 24.Td6+ Rh7 25.Dxe4+ Rg8 26.Td8+ Rf7 27.Df4+ Rg6 28.g4 b6 29.Txc8!+-] 23...Re7? [23...Te6 única. Ofrece mayor resistencia pero también debe perder: 24.Td6 Tb8 25.Txc6 Axe5 26.Tc4 e3 27.Te4+/- Ad4? 28.Txd4 e2 29.Te4!+-] 24.Dg8! El ataque es ya imparable. 24...Af8 [24...Axe5? 25.Dg5++-] 25.Dg5+ Rf7 26.Tf1+ Re8 27.Dg8 Y quedó demostrado que la terquedad de Deschapelles estaba llegando a su fin... . 1-0
Deschapelles, ¡ajedrecista!   Años más tarde de aquel duelo, Deschapelles entraría a formar parte del llamado Club de Ajedrez Central de París, cansado del jolgorio y ruido producidos por la cantidad de gente que frecuentaba el popular Café de la Régence (!?).
Ayudó con su presencia a legitimar a aquella recién creada grata sociedad “ajedrecística” (!?) que se incrementó en número de nuevos socios e incluso en la reclusión de gratos talentos como Mery, Lacratelle, Jouy y otros “literatos” liderados por Boissy d’Anglas, célebre publicista y hombre de Estado francés, diputado de la Asamblea Constituyente, que se hizo notable entre los miembros de la oposición avanzada y que supo inculcar de nuevo en Deschapelles sus “íntimos” deseos revolucionarios de instaurar en toda Francia la “libertad civil y religiosa”; lucha por la que terminaría Deschapelles en la cárcel (durante tres meses) en 1832, cuando se vio implicado en un complot contra el llamado “Rey de los franceses”, Luis Felipe I, duque de Orleans, que luego “casualmente” sería el “último” Rey de Francia (!?).
Deschapelles, ¡ajedrecista!
Se cuenta que Deschapelles fue puesto en libertad al cabo de un mes después de escribir una carta al soberano en que declaraba su inocencia y hacía incapié en su avanzada edad y mala salud. ¡Una jugada maestra!, sin duda.
Deschapelles, ¡ajedrecista!
Así, hemos recorrido con placer, algunas fases de la vida de  Alexandre-Louis-Honoré-Le Breton “Deschapelles, considerado por todos como el mejor jugador del mundo tras la muerte del gran André Danican Philidor, que terminó el resto de sus días dedicándose al cultivo de frutas y verduras y en particular de los “melones” (!?).
Aquella privilegiada mente, pasó sus últimos años al lado de los más pobres y necesitados, algo que le honró y terminamos estos dos gloriosos artículos presentados en este blog, como siempre con pasión, al pueblo hispanoparlante, con la última voluntad de Deschapelles manifestada en testamento:
“Quiero que mi cuerpo no sea presentado a ningún culto; que no se envíe carta de pésame y que los periódicos no me dediquen ningún artículo. Deseo el entierro y la sepultura del pobre: la fosa común.”
Confirmo aquí que ¡creer en los “milagros”! no es nada imposible. Una vez más he podido cumplir mi juramento que hice en el lejano año de 1972 (el del match entre Spassky y Fischer), ¡con 11 años! de edad, a la mítica diosa Caissa, nuestra musa inspiradora del ajedrez, cuando dije que investigaría algún día sobre las grandes personalidades del juego-ciencia, hasta llegar a contarlo… .
Por tanto aprovecho y le dedico ahora esta bonita canción a “Caissa”:
Qué milagro tiene que pasar para que me ames,
qué estrella del cielo ha de caer para poderte convencer,
que no sienta mi alma sola, quiero escaparme de este eterno anochecer.
Dice mucha gente que los hombres nunca lloran,
pero yo he tenido que volver a mi niñez una vez más,
me sigo preguntando, por qué te sigo amando y dejas desangrando mis heridas.
Sigo caminando en el desierto del deseo.tantas madrugadas me he perdido en el recuerdo,viviendo el desespero, muriendo en la tristeza por no ver cambiar ese destino.No puedo colmarte ni de joyas ni dinero,
pero puedo darte un corazón que es verdadero,
mis alas en el viento, necesitan de tus besos,
acompáñame en el viaje que volar sólo no puedo.
Y sabes que eres la princesa de mis sueños encantados,
cuántas guerras he librado por tenerte aquí a mi lado
no me canso de buscarte, no me importaría arriesgarme
si al final de esta aventura yo lograra conquistarte.
Y he pintado a mi princesa, en un cuadro imaginario,
le cantaba en el oído, susurrando muy despacio
tanto tiempo he naufragado y yo sé que no fué en vano,
no he dejado de intentarlo… ¡porque creo en los milagros!.

David BisbalDisco: Sin Mirar atrás.Canción: Mi princesa.
Recibid un cordial saludo.
Angel Jiménez Arteagahttp://www.ajedrezcanarias.com (Secretos de Alcoba)[email protected]

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