Hace unos días leía en la prensa que los defensores de la Tierra plana van a organizar un crucero en el que intentarán llegar al muro de hielo que según ellos separa nuestro plano planeta del espacio exterior. De esta forma pretenden demostrar su teoría definitivamente, en lo que ellos describen como la «aventura más grande, audaz y mejor hasta la fecha», ahí es nada.
Para los que no sepan muy bien lo que postulan los defensores de esta teoría, básicamente dicen que la Tierra no es esférica, sino plana, y que todo lo que nos han contado hasta ahora es un fraude y un montaje diseñado por ordenador. Por supuesto también dicen que los viajes espaciales son un montaje, que las fotos de la Tierra desde el espacio están hechas con el photoshop, que el sol es un disco muy pequeño que nos ilumina desde una cúpula que cubre la Tierra y otras muchas y divertidas paranoias espaciales. Incluso afirman que la gravedad, y por supuesto la Ley de Gravitación Universal, es una falacia. Resumiendo, que Newton, Galileo, Copérnico e incluso Erastótenes, que hace 2000 años ya calculó el diámetro de la Tierra con una precisión asombrosa con la única ayuda de un bastón y su intelecto, eran unos farsantes.
Antes de que sigáis leyendo os aviso de que no voy a perder ni un segundo de mi tiempo en rebatir los argumentos de esta tropa, en primer lugar porque ya se han escrito numerosos artículos que lo han hecho (este del blog Ciencia de sofá es muy bueno), y en segundo lugar porque no serviría para nada, ya que los defensores de esta absurda teoría siempre encontrarán un contra-argumento, cada vez más absurdo, para rebatirlo.
Dímelo otra vez, pero despacito
Mi intención es reivindicar como única respuesta ante esta estupidez el sano ejercicio del descojone, ridiculizar sus estúpidos argumentos con la risa y esperar ansioso sus respuestas para descojonarnos aún más con ellas. Se que habrá gente a la que no le parecerá bien esta solución, ya que aparte de los propios terraplanistas cuya respuesta espero ansioso, hay un grupo cada vez más numeroso de personas que reivindican el respeto a todas las opiniones, independientemente de que coincidan con las suyas, y es aquí donde me quería detener un momento.
1) No todas las opiniones son respetables, ni mucho menos. Hay personas a las que les gusta el color amarillo más que el azul, el fútbol más que el atletismo, o incluso opinan que un guiso de coliflor es una exquisitez. En esos casos yo puedo no compartir sus opiniones, pero las respeto. Pero por otra parte hay gente que opina que los negros son una raza inferior, o que los hombres son intelectualmente superiores a las mujeres, o que los homosexuales son unos enfermos y unos exhibicionistas. En este caso no solo no respeto esas opiniones, sino que los que las emiten me parecen unos individuos despreciables.
2) Una cosa son las opiniones y otra las certezas. Esta confusión es bastante habitual aunque no debería serlo. Mientras que una opinión es la valoración que una persona tiene sobre algo, una certeza es un conocimiento seguro y claro de que algo es cierto. Por ejemplo, 2+2=4, eso es una certeza matemática, y decir que esa suma es igual a 5 es falso y opinar que ese es el resultado cierto es estúpido y por supuesto no es respetable. La Tierra es una esfera achatada por los polos, con una circunferencia en el ecuador es de 40.091 km, un diámetro mayor de 12.756 km y menor de 12.730 km. Eso es una certeza demostrada empíricamente y opinar que es plana es una falsedad, una estupidez y en absoluto es respetable.
Lo más increíble de todo es que una estupidez de este calibre haya calado entre tanta gente, que ha encontrado en esta absurda teoría una manera de explicar sus frustraciones, haciendo responsable de todos los problemas de la sociedad moderna a una conspiración gubernamental. Según ellos, la NASA está fabricando pruebas falsas para crear una cortina de humo que oculte el negro futuro que nos espera.
Y no son pocos, ya que tienen miles de seguidores en las redes sociales, algo que no resulta tan extraño si tenemos en cuenta que en España un 25% de la población piensa que es el sol el que gira alrededor de la Tierra, según la encuesta de percepción de la ciencia que elabora la FECYT. Pero tranquilos, porque en Estados Unidos, el porcentaje es similar.
Ante estas cifras de ignorancia científica solo nos queda apostar por una educación de calidad, por una ciencia que salga de los laboratorios y que llegue de manera efectiva a la sociedad, y por supuesto por desenmascarar y estigmatizar a los creadores de bulos, falacias y estupideces, por perder el respeto a esta pléyade de conspiranoicos y de una manera sencilla, por descojonarse de ellos para ponerlos en el lugar que se merecen: un circo o en casos extremos en un frenopático.
No debemos olvidar que un terraplanista puede llegar a ser el profesor de tus hijos, o incluso puede ocupar un cargo de responsabilidad en un gobierno, incluso puede llegar a ser el presidente de tu país.
PD: Espero ansioso los comentarios de los terraplanistas, que recibirán por respuesta mi sonoro descojono. Con suerte podremos reírnos todos cuando elabore un ranking con las mejores gilipolleces de esta tropa de borregos.