Desconfianza e indefinición

El Mundo al revés
Luis García Miró Elguera. (Diario Expreso). 
DESCONFIANZA E INDEFINICIÓN. 

Lo anticipamos. El tan voceado diálogo entre el gobierno y las diferentes tiendas políticas acabaría siendo puro humo. Apenas una compra de aire para un gobierno improvisado como pocos. Un Ejecutivo sin norte; un presidente agnóstico de sus propios actos y escéptico de sus mismísimas palabras; una mayoría parlamentaria de risa, incapaz de solventar alguna iniciativa legislativa coherente. En suma, un régimen empírico por sus cuatro costados que ha erosionado las expectativas, frenado el crecimiento, limitado la inversión y consecuentemente dañado al país.

Es en esta preocupante coyuntura donde un humalismo desgastado –en apenas dos años de gestión– súbitamente intenta acercarse a la oposición, tras haber transpirado 24 meses de desprecio, cuando no de afanes persecutorios, contra quienes ahora necesita para evitar que la situación se desboque y el Perú entre en tirabuzón. Y como cereza sobre la crema aparece la crisis internacional, cuyos peores tiempos supo sortear favorablemente este país mientras las inversiones crecían a ritmo de doble dígito, la expectativa emprendedora era infranqueable y el crecimiento económico seguía avanzando con indicadores superiores al 6.5%/año, guarismo fundamental para continuar reduciendo los niveles de pobreza. El contexto, entonces, no pudo haber sido menos auspicioso para iniciar esta ronda de encuentros entre el primer ministro, Juan Jiménez Mayor, y el ministro de Defensa, Pedro Cateriano, con las diferentes agrupaciones políticas. No se necesitaba ser nihilista para anticipar que este “diálogo” –convocado para sondear puntos de coincidencia que bajen la tensión oficialismo-oposición en procura de un proyecto nacional para enfrentar la grave coyuntura mundial– se convertiría en un circo de tres pistas, donde se exhibirían en todo su esplendor los trapecistas, domadores de fieras, prestidigitadores y, claro, los grandes payasos de nuestra fauna política.

Mientras tanto las cifras fiscales se dirigen presurosas a terrenos pantanosos. En el primer semestre el PBI creció sólo 5.1%, por debajo de la línea de flotación para no generar pobreza. La recaudación tributaria fue la misma que en 2012, con un presupuesto de gastos mucho mayor. Las exportaciones cayeron 3.4%, mientras las importaciones aumentaron 6% generando déficit de cuenta corriente. Y la inversión privada subió 8.5%, debajo del nivel de dos dígitos indispensable para lograr un crecimiento del PBI sobre 6.5%, como dijo el ex ministro Luis Carranza. La desconfianza juega un rol vertebral en un entorno desalentador como el actual. Y su génesis estriba en la demostrada impericia del Ejecutivo, en particular del presidente Ollanta, para explicar –con claridad– al país cuáles son sus metas. No habrá confianza mientras él no se sincere con convencimiento y con ardor. Si bien es crucial el diálogo con la oposición, más importante es la definición del régimen.

FUENTE: DIARIO EXPRESO. http://www.expreso.com.pe/el-mundo-al-reves/desconfianza-e-indefinicion