Leo en La Vanguardia de hoy que un supuesto broker ha estafado millones a inversores incautos a los que prometía una rentabilidad trimestral del 5% y ha desparecido del mapa. La noticia me deja apenado y estupefacto.
En realidad es una forma de timo. Se trata de timadores que buscan a personas incautas. Incautas que se dejan engañar y que se ofuscan con la supuesta rentabilidad milagrosa.
Espero que mis lectores tengan el sentido común de entender que nadie vende «duros a cuatro pesetas», y no se dejen obnubilar por supuestos genios de las finanzas. Insisto: no hay milagros.
Ante cualquier oferta que llegue a sus manos, infórmese y déjese aconsejar. Yo mismo me ofrezco para aconsejarles si no tienen nadie de confianza a mano. Basta con que me manden un email explicándome el caso.