Revista Cine
Descontrol en casa ¿Por dónde empiezo?
Publicado el 06 agosto 2013 por Alfredo Eduardo López Liñares @BackInMadrid¿Te ha pasado que sentís que todo se descontrola a tu alrededor y no sabés por dónde empezar?
Cuando comenzamos a observar nuestra casa y nos damos cuenta de que ya nada está en su lugar, que la pila de ropa para planchar es casi tan alta como la Torre Eiffel, que los platos por más que recemos todas los mediodías y las noches no se lavan solos, que los juguetes de nuestros hijos permanecen inmóviles donde ellos los tiraron, que tenemos que poner al día nuestro trabajo atrasado, que… Parece que la vida no tiene ganas de sonreírnos y no sabemos cuál es el primer paso que debemos dar para que como por arte de magia todo cambie en un instante, es momento de reflexionar y decidir si elegimos ser felices… a pesar de todo.
A mí me cuesta sentarme a hacer alguna tarea que requiera concentración si todo lo que me rodea no tiene un mínimo de orden. Me atormenta tanto que al final no logro concentrarme y no hago ni una cosa ni la otra.
Como no podemos tener todo bajo control, mejor tratar de buscar alternativas que hagan que estemos más tranquilas cuando el tiempo y el cuerpo no nos dan para hacer todo eso que quisiéramos ver realizado.
Quizás este es el momento en que siento algo así, por eso decidí dejarlo por escrito en mi blog, seguramente alguna vez te haya pasado y algunas ideas no vendrían mal para salir de apuros sin atormentarnos.
Aquí van algunas de las que yo intento poner en práctica:
• Respirar profundo y pensar que si hubiéramos hecho todo lo que pensamos que no está hecho, seguramente en muy poco tiempo volvería a estar como antes de hacerlo (hubiéramos perdido un tiempo de nuestra valiosa vida haciendo algo que muy pronto se perderá en el olvido y encima estaríamos más cansadas).
• Establecer un orden de prioridades y tratar de seguirlo. Si empezamos a hacer un poquito de cada cosa y no terminamos ninguna, la frustración suele ser peor que antes de empezar.
• Saber bien que nuestra vida es nuestra y no de las exigencias que nos rodean. Si nos atormentamos nos bloqueamos más y probablemente nos cueste más comenzar.
• Reírnos un poco de todo. Con humor la vida es mejor.
• Pedir ayuda a nuestro alrededor. No nacimos “Mujer Maravilla” ni deseamos serlo.
• Hacernos amigas de las “pelusitas” que adornan nuestra casa.
• Nunca olvidar que la ropa que planchamos pronto estará arrugada, que los platos que lavamos volverán a estar sucios, que el piso que limpiamos se llenará de tierra, que los vidrios que con tanto esmero dejamos transparentes volverán a marcarse, que cuando terminemos de preparar el almuerzo llegará la hora de la cena, que la vida es una sola y mejor disfrutarla que padecerla.
No es lo mío dejar todo sin hacer ni resignarme, pero sí tratar de disfrutar cada momento. Lo que no se puede tener como quisiéramos seguramente no es algo que modifique demasiado nuestra vida, así que mejor que no condicione nuestro bienestar.
Insisto, respirar hondo, sonreir (si es posible), y a la hora de establecer prioridades no olvidar que nosotras somos lo más importante.
Contanos… ¿Te sentiste así alguna vez? ¿Qué hacés cuando sentís que todo te supera?