Descripción De Un Ataque De Pánico.

Tengo  miedo, muchísimo miedo, no conozco la razón, pero en mi mente comienzan a aglutinarse todos mis errores recientes, las cosas que hice mal, sus consecuencias y cual ráfaga huracanada el fracaso, la angustia, la desolación, la decepción; y sobre todo el miedo, me oprimen el pecho, como si todo tuviera su espacio ahí y se manifestara al tiempo. Puedo sentir como las gotas de sudor brotan en mi frente y el corazón… el corazón comienza a correr, como si estuviera aumentando el ritmo sobre una caminadora, el cuerpo se acelera y experimento deseos de salir corriendo, pero no me quiero mover, me da pánico ir hacia algún sitio y la pierna izquierda comienza a subir y a bajar. Cierro los ojos y no logro concentrarme en nada, intento respirar profundo y me siento peor, voy por agua y las nauseas me invaden; por primera vez todo se me hace borroso y reconozco que me siento jodidamente mal, entonces, tomo asiento y dejo que me invada, no me resisto al malestar, me quedo ahí esperando que aumente, por el contrario, comienza a ceder, disminuye la sensación de pánico, y siento ganas de llorar, me siento culpable y quiero deshacerme en llanto, pero no lo logro, no puedo llorar, dos o tres lágrimas salen con esfuerzo y se escapan, pero ahí acaba el llanto y la sensación persiste. 

El día transcurre y yo intento que su curso sea normal, aunque no puedo evadir la sensación de tristeza en mi interior, creo que no merezco nada. A veces, sin causa aparente me angustio, como si acabara de cometer un error garrafal, me quedo en silencio y me convenzo de que no hice nada recapitulando las últimas horas, y la angustia desaparece lentamente. 

Por las noches, algunas veces,  me da miedo quedarme dormida, quizá queriendo evitar sueños en los que alguien me persigue. Otras veces, alcanzo con tranquilidad el descanso, pero el sueño siempre es ligero y despierto dos y tres veces, sin sentir que descanso del todo.

Lo único que me hace sentir mejor es el aislamiento, como si el contacto con la realidad fuese la materialización de la agonía (…)