De las más de 50 millones de toneladas de plástico producidas al año, menos del 50% es reciclado. Además de ser terriblemente perjudicial para el medioambiente y la vida animal, los polímeros sintéticos como el plástico se degradan con extrema lentitud (de 100 a 1000 años) y su destrucción total es imposible por muchas razones. Sin embargo, un reciente descubrimiento podría poner fin al dilema del «qué hacemos con todo ese plástico»: una bacteria que se alimenta de la forma más común del plástico: el polietileno-tereftalato (PET).
Este organismo, que ha evolucionado (o adaptado) en tan sólo 70 años y que es capaz de descomponer el PET, fue recientemente descubierto por investigadores en un vertedero de plásticos —un lugar bastante ideal— en Japón y bautizado como Ideonella Sakaiensis. Aunque el proceso digestivo de esta bacteria es muy lento (alrededor de 6 semanas), nos ayudará a comprender y desarrollar nuevas formas para destruir el plástico.
La Ideonella Sakaiensis se vale de dos genes clave que le permiten procesar y comerse el PET, estos dos genes codifican dos enzimas que nadie hasta ahora había notado: 1) la enzima PETasa, secretada por la bacteria transforma el PET en un compuesto intermediario llamado MHET que puede ser tragado por la bacteria, y 2) la enzima MHET hidrolasa, que rompe el compuesto en dos compuestos básicos: el etilenglicol y el ácido tereftálico, ambos derivados del petróleo con los que se sintetiza el PET y que Ideonella Sakaiensis usa para alimentarse, dando como resultado la completa desaparición del plástico.
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Lo que más incertidumbre da a los científicos es la relativa rapidez con que esta bacteria ha evolucionado para alimentarse de plástico, un proceso que hubiera tomado varios millones de años en ocurrir, ha ocurrido en menos de un siglo. Sea como sea, es una gran noticia, Ideonella Sakaiensis nos ayudará a deshacernos de todo el plástico acumulado en el Pacífico o en elVía: The Verge