Investigadores del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (Iphes) han descrito el cráneo de uro más antiguo del mundo, el antepasado de los toros actuales, que habitó en Túnez hace 700.000 años.
El hallazgo, realizado en 2008 en el yacimiento de Oued Sarrat, en la provincia de Kef, ha culminado tras una extensa investigación que publica la revista "Quaternary Science Reviews", y que ha contado con la restauración del fósil, que ahora se puede visitar en el Museo de la Oficina Nacional de Minas de Túnez.
El cráneo, uno de los más grandes hallados hasta la fecha de la especie Bos primigenius, corresponde a un animal que los expertos han asegurado que pesaba entre 1,3 y 1,4 toneladas, con más de un metro de longitud en cada cuerno y una circunferencia de 39 centímetros en la base.
Este trabajo revela que el origen de los actuales toros y las actuales vacas está en el norte de África, descartando que su origen sea Europa.De este modo, los toros actuales habrían evolucionado a partir del búfalo africano gigante Pelorovis oldowayensis, en los mismos ambientes que los antepasados humanos y que lo consumieron como alimento desde que ambas especies entraron en contacto, antes de lo que se estimaba antes de este descubrimiento.Las campañas han contado con la financiación de los ministerios de Economía y Competitividad y de Asuntos Exteriores, así como del Gobierno de Túnez, y ha originado un programa de formación de estudiantes tunecinos en Tarragona, en el que han participado científicos también de las universidades de Tunez y de Sfax, de la Atònoma de Barcelona (UAB), la de Málaga y del Museo de Prehistoria y Paleontología de Orce.
Magazine
También podría interesarte :
Quizás te interesen los siguientes artículos :
Sus últimos artículos
-
Nuevos estudios acerca de los virus. Se está más cerca de descubrir si son seres vivos o inertes
-
El tiburón cabeza de pala, el primer tiburón que se conoce con dieta omnívora
-
La saliba del oso pardo produce un antibiótico capaz de matar las bacterias más resistentes
-
El lábrido limpiador. Primer pez del que se tiene constancia que puede reconocerse en el espejo