Descubre en qué consiste la adquisición de los fonemas

Proceso de adquisición de los fonemas

Cada niño es único y el proceso de aprender a hablar y pronunciar correctamente los sonidos (también llamados fonemas) es diferente en cada uno. Desde muy temprana edad, nuestros hijos empiezan a absorber toda la información que les llega y esto también incluye el aprendizaje de los sonidos del habla.

Es importante recordar que cada niño tiene su propio ritmo y el proceso de aprender los sonidos no siempre es igual para todos. Sin embargo, en general, los niños comienzan a producir los primeros sonidos consonánticos bilabiales como «b», «p» o «m», que se pronuncian con ambos labios, debido a las características orgánicas de los bebés.

No te preocupes si tu hijo todavía no está pronunciando todos los sonidos correctamente, ya que cada niño se desarrolla a su propio ritmo. Si tienes alguna inquietud acerca del desarrollo del habla de tu hijo, lo mejor es hablar con un especialista en terapia del habla, quien puede ayudarte a evaluar el progreso de tu hijo y ofrecerte estrategias para apoyar su desarrollo del habla y del lenguaje.

¿Qué fonemas tiene que haber adquirido mi hijo según su edad?

La adquisición de los fonemas varía de un niño a otro y depende de diversos factores, como el desarrollo cognitivo, lingüístico, motor y social del niño. Aun así, a continuación te proporciono una guía general de los fonemas que los niños suelen adquirir según su edad:

• A los 2 años: Los niños suelen ser capaces de producir algunos sonidos consonánticos tempranos, como /m/, /n/, /p/, /b/, /t/, /d/ y /h/.
• A los 3 años: Los niños pueden producir sonidos adicionales como /k/, /g/ y /f/. También pueden empezar a producir combinaciones de sonidos como «mama» y «papa».
• A los 4 años: Los niños suelen ser capaces de producir sonidos consonánticos adicionales, como /s/, /z/, /l/, /r/, /v/ y /j/ (como en «yema»). También pueden empezar a utilizar el sonido «ch» (como en «chicle») y el sonido «sh» (como en «shampoo»).
• A los 5 años: Los niños pueden empezar a utilizar sonidos consonánticos más complejos, como /th/ (como en «thing») y /zh/ (como en «measure»). También pueden empezar a producir algunas combinaciones de sonidos consonánticos como «bl», «fl», «st», «sp» y «sn».

Es importante tener en cuenta que esta guía es solo una referencia general y que el desarrollo del habla de los niños puede variar ampliamente. Si tienes preocupaciones acerca del desarrollo del habla de tu hijo, lo mejor es hablar con un profesional de la salud capacitado en terapia del habla, es decir, el logopeda infantil.

Ritmo y aprendizaje de la adquisición de los fonemas

Cada niño tiene su propio ritmo y proceso de aprendizaje de los sonidos del habla (fonemas), pero en general, para los seis años de edad deberían haber adquirido todos los sonidos. Es importante estar atentos a su pronunciación y, si notamos alguna dificultad, buscar ayuda de un especialista en terapia del habla.

En algunos casos, los niños pueden presentar dificultades para pronunciar ciertos fonemas, lo que se conoce como dislalia. La dislalia se manifiesta cuando se omite o cambia un sonido por otro. Uno de los casos más comunes es el rotacismo, que es la dificultad para pronunciar la «r». En estos casos, el niño puede sustituir la «r» por otros sonidos, como decir «pedo» en lugar de «perro».

Es importante que prestemos atención a la pronunciación de nuestros hijos y no nos acostumbremos a su forma de hablar si notamos que no está pronunciando correctamente. Si tienes alguna preocupación acerca de la pronunciación de tu hijo, no dudes en buscar la ayuda de un especialista en terapia del habla. Ellos pueden evaluar el desarrollo del habla y del lenguaje de tu hijo y ofrecerte estrategias para apoyar su aprendizaje y desarrollo.

¿Qué ocurre si un niño no llega a adquirir estos fonemas?

Si un niño no adquiere los fonemas adecuados en el momento esperado, puede tener dificultades en la comunicación y en el aprendizaje en general. Las dificultades en la pronunciación de los sonidos del habla (dislalias) pueden generar problemas en la comprensión y en la expresión oral, lo que puede afectar su capacidad para comunicarse con otros niños y adultos.

Además, la dislalia puede generar problemas emocionales y de autoestima, ya que el niño puede sentirse frustrado o aislado al no poder comunicarse adecuadamente. También puede haber problemas en el aprendizaje de la lectoescritura, ya que la escritura de palabras puede depender de la capacidad para pronunciar los sonidos.

Por eso, es importante estar atentos a la adquisición de los fonemas y buscar ayuda de un especialista en terapia del habla si notamos alguna dificultad. El especialista podrá evaluar el desarrollo del habla y del lenguaje del niño, y ofrecer estrategias para apoyar su aprendizaje y desarrollo. En muchos casos, la intervención temprana puede marcar la diferencia en el éxito del desarrollo del habla y del lenguaje del niño.

¿Cómo puede ayudarte un logopeda en esta situación?

En primer lugar, el logopeda realizará una evaluación exhaustiva del habla y del lenguaje del niño, para determinar si hay alguna dificultad en la pronunciación de los fonemas y si esto está afectando su capacidad para comunicarse.

Una vez que se ha evaluado al niño, el logopeda puede diseñar un plan de tratamiento individualizado que se adapte a las necesidades específicas del niño. Este plan de tratamiento puede incluir ejercicios de articulación y práctica de fonemas específicos, así como juegos y actividades para fortalecer los músculos del habla y mejorar la coordinación oral.

Además, el logopeda puede proporcionar orientación a los padres sobre cómo pueden apoyar el desarrollo del habla y del lenguaje de sus hijos en casa. Esto puede incluir técnicas para reforzar la pronunciación de los fonemas, así como estrategias para fomentar la comunicación y el lenguaje en general.

Bibliografía

• Aguilar, E. M., y Serra, M. R. (2010). A-RE-HA: análisis del retraso del habla: Protocolos para el análisis de la fonética y la fonología infantil. Barcelona: Universitat de Barcelona.
• Crystal, D. (2000). Diccionario de lingüística y fonética. España: Octaedro. Del Río, D., et. al. (2005). Bases neurológicas del lenguaje: aportaciones desde la magnetoencefalografía. Revista de  Neurología,  41 (Supl 1): S109-S114.
• Alcaraz, E. V., y Martínez, M. L. (1997). Diccionario de lingüística moderna. Barcelona: Ariel.
• Bagunyá, J., y Peña Casanova, J. (2001). Bases biológicas y neurológicas. En Serrano, M. y Siguán, M. (coord.) (2001). Comunicación y lenguaje. Madrid: Alhambra.
• Bertoncini, J., Bijeljac-Babic, R., Blumstein, S. E., y Mehler, J. (1987). Discrimination in: neonates of very short CV’s. Journal of the Acoustical Society of America, 82.
• Bosch, L. (1983). El desarrollo fonológico infantil: una prueba para su evaluación. Anuario de Psicología, (28), 86-114.
• Aguilar E. (2005). Comparación entre la adquisición de la fonología castellana y catalana a partir del AREHA y del AREPA. Revista Logopedia Foniatría Audiología, 25 (03), 104-14.
• Bosch, L. (2003). Evaluación fonológica del habla infantil. Barcelona: Masson.
• Bustos, C. (1995). Manual de logopedia escolar. Madrid: CEPE.
• Cervera, J., y Ygual, A. (2003). Intervención logopédica en los trastornos fonológicos desde el paradigma psicolingüístico del procesamiento del habla. Revista de Neurología, 36 (supl 1): S39-53.
• Clemente, R. (1995). Desarrollo del lenguaje. Barcelona: Octaedro.
• Bosch L. (1987). Los trastornos fonológicos en el niño. Revista de Logopedia, Foniatría y Audiología, 4, 195-200.

La entrada Descubre en qué consiste la adquisición de los fonemas se publicó primero en Logopedia y Más.