Los perfumes no solo cumplen la función de aportar aroma, también realzan la apariencia, elevan el outfit, mejoran la imagen que proyectamos y definen algunos aspectos de nuestra personalidad.
Por desgracia, no todos disfrutamos plena libertad al momento de utilizar este tipo de productos, bien sea debido a alergias, tendencia a las irritaciones o, simplemente, la intención de llevar un estilo de vida sustentable.
En este sentido, una opción ecológica es comprar perfumes elaborados a partir de elementos presentes en la naturaleza y aprovechar los aromas de ciertos ingredientes clave.
Perfume de vainilla: aroma natural de gran impacto
La exquisita fragancia de la vainilla la convierte en un elemento bastante utilizado en el mundo de la perfumería, sobre todo, en la preparación de perfumes que pertenecen a la familia floral frutal.
De forma casera, podemos disfrutar del aroma de su aceite esencial combinado con un poco de agua destilada, alcohol y unas cuantas gotas de aceite de almendras. Asimismo, armoniza muy bien junto al jengibre. En cualquier caso, el secreto radica en dejar macerar los ingredientes durante un par de días antes de aplicar.
Perfume de rosas: sutiliza que despierta los sentidos
Sin duda, el aroma de las rosas se encuentra entre los más apreciados dentro de los perfumes naturales. La delicadeza de su fragancia no solo agrada al olfato, sino que brinda un toque amable a la piel.
Aunque se trata de un olor delicado, es bastante duradero. Los ingredientes herbales combinan muy bien con el agua de rosas, por ejemplo, el romero, la menta y el extracto de almendras. En la preparación de fórmulas en casa, conviene utilizar los pétalos frescos y triturarlos muy bien dentro de un mortero.
Perfume de canela: fragancia exótica
Esta es la opción indicada para los amantes de los perfumes especiados. Además de exquisita, la esencia de corteza de canela desprende un olor profundo y tiene efecto relajante.
Dentro del mundo de la aromaterapia, es comúnmente mezclado con los clavos de olor y el jengibre, sin embargo, en la perfumería, suele estar asociado al aceite esencial de almendras o de la familia de los amaderados como el cedro, abedul, musgo, guayacán y sándalo.
Perfume de mandarina: explosión cítrica
Si bien el limón y la naranja son los ingredientes clásicos en la preparación de perfumes con notas cítricas, la mandarina poco a poco gana preferencia gracias al aporte extremo de frescura y cualidades relajantes.
El aroma que desprende la fruta es la base perfecta para fragancias veraniegas. En preparaciones caseras, solo es necesario macerar el extracto de su peladura en un poco de alcohol y, finalmente, suavizar usando un poco de agua. Es importante que la mezcla repose durante un par de días, en un ambiente oscuro.
Perfume de durazno
El olor del durazno es de esos que invitan a enamorarse. A diferencia de los cítricos, el aroma frutal aporta un tono más dulce y natural. De igual modo, se caracteriza por su larga duración y tiene efecto relajante, sobre todo, cuando lo combinamos con la lavanda o la manzanilla.
En las fragancias comerciales, suele estar acompañado de aceite esencial de almendra, e incluso, de canela.
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