Cada día más personas se animan a correr, esto es muy positivo ya que ayuda a mejorar la salud tanto física como psicológica del individuo, pero el inconveniente que observamos es que muchos lo hacen sin la preparación ni orientación profesional adecuada y esto ocasiona muchas lesiones a nivel del pie, rodilla, cadera….
Escuchamos terminos como pronador, supinador, estudio de la marcha…pero nos olvidamos de algo tan importante como lo son nuestras uñas, estas protegen nuestro dedo de los golpes. En el corredor es muy común tener alguna uña “negra”, esto se produce por el 
microtraumatismo repetitivo, se produce el choque de la uña contra el calzado generando un sangrado interno de la misma. En ocasiones esta uña se cambia con normalidad y no tiene ningún problema el resto de las ocasiones se produce una infección fúngica de la uña (onicomicosis) o un enclavamiento de la misma produciendo dolor.
Siendo un corredor habitual si te ocurre esta situación lo adecuado es que acudas al podólogo para valorar realmente lo que ha sucedido. Si se tratara de una Onicomicosis mis compañeros de Podo Grande realizan un tratamiento láser solucionando el problema de manera definitiva.
¿Cómo podemos saber si tenemos algún problema en nuestra uña?
La uña cambiara de color a un color mas oscuro, amarillento, perderá la consistencia habitual rompiéndose con facilidad, podremos ver que la uña se despega de su base, etc.…
En todos estos casos deberemos acudir a un profesional podológico.
Pero… ¿qué exactamente la onicomicosis?
Se calcula que aproximadamente el 2% de la población mundial tiene hongos en la uñas o la también conocida como onicomicosis se puede “coger” de múltiples formas, desde por un 
traumatismo en la uña hasta estar inmunodeprimido por una enfermedad….
La gran mayoría de las ocasiones el patógeno que invade nuestra uña lo encontramos en la flora normal de nuestra piel, esto ocurre aproxidamente en el 80% de las ocasiones. En el 20% restante lo producen los mohos no dermatofitos y las Cándidas.
Actualmente en el mercado existen gran cantidad de tratamientos como pueden ser las lacas ungueales: Amorolfina 5%, Ciclopirox, etc…, por otro lado encontramos los tratamientos orales, tales como Terbinafina, Itraconazol… La eficacia de estos tratamientos va ir condicionada por la adherencia del paciente al tratamiento y el grado de afectación de la uña.
La problemática de estos tratamientos es que su tiempo medio son de aproximadamente 6 – 9 meses incluso pudiendo llegar a los 12 meses con ello la adherencia por parte del paciente a estos tratamientos es bastante baja. Otro de los problemas que el profesional sanitario se encuentra en los tratamientos orales son los graves problemas a nivel hepático (hígado) que producen. Siendo el gran inconveniente a la hora de poder recetarlos y no poder mantenerlos en el tiempo.
El tratamiento láser que utilizan en Podo Grande, destruye el hongo por la acción térmica del láser sobre la uña, es totalmente indoloro y no tiene efectos secundarios ni las contraindicaciones de los costosos y lentos fármacos que existen en la actualidad.
Los hongos se eliminan en 4 sesiones espaciadas en 10 – 15 días, demostrando así su alta eficacia en el tratamiento, y obteniendo resultados en muchísimo menor tiempo que el resto de tratamientos.
Podogrande.com
Eduardo Pérez Patiño
Victoria Candelario P.
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