La diabetes es una enfermedad silenciosa que, en ocasiones, pasa desapercibida. Casi la mitad de las personas con diabetes tipo 2, mayores y adultos, no saben que la tienen. Ese desconocimiento generalizado, ya sea por falta de información o de interés personal, resulta muy peligroso para el buen control del tratamiento de diabetes que puede derivar en consecuencias fatales, si no se diagnostica a tiempo y se toman las medidas pertinentes. ¿Cómo saber si se padece esta patología?
Aunque, a veces, la diabetes se puede mostrar asintomática, cómo ya explicamos, los síntomas que enumeramos a continuación pueden ser indicios de padecerla:
• Necesidad frecuente de orinar.
• Sed extrema.
• Hambre excesiva.
• Pérdida de peso inusual
• Debilidad, cansancio y fatiga.
• Dolor estomacal, náuseas y vómitos.
• Infecciones frecuentes (piel, encía, vejiga).
• Visión borrosa.
• Cortes y rasguños que no se curan, o se curan lentamente.
• Picazón o entumecimiento en las manos o los pies.
También, se debe tener en cuenta una serie de factores de riesgo que pueden desencadenar en pre diabetes, con su posterior evolución a diabetes mellitus tipo 2, que suele representar el 90% de los casos.
Si se poseen antecedentes (familiares) con diabetes, si no se sigue una alimentación saludable, si se padece sobrepeso o si se lleva un estilo de vida sedentario, el riesgo de sufrir esta enfermedad crónica se multiplica.