Se ha detectado agua magmática, proveniente del interior de la Luna, en superficie.
Este hallazgo representa la primera detección de este tipo de agua a partir de datos de la sonda M3 (Moon Mineralogy Mapper) de la Nasa.
El lugar del descubrimiento es el cráter Bullialdus (cuyo imagen del monte central abre el post) y ha supuesto una sorpresa para el equipo de científicos de la sonda. Solo desde hace 5 años se sabe que el interior de nuestro satélite no estaba tan seco como se pensaba desde la época del Apolo.
El agua superficial detectada no da ninguna pista sobre el agua magmática que existe en la corteza lunar y en el manto, pero si que ayudan a comprender como se origina y los lugares donde puede localizarse. Las rocas del pico central del cráter son del tipo conocido como noritas que usualmente cristalizan cuando el magma asciende desde el interior.
Los datos de la M3 han identificado una cantidad mayor de hidroxilo comparado con los alrededores. Este hidroxilo proviene de los minerales que fueron excavados con el impacto que formó el cráter.
El hallazgo confirma lo que nuevas técnicas aplicadas sobre las rocas traídas por las misiones Apolo encontraron 43 años después de ser traidas a la Tierra, las rocas contenían agua.
Entender y conocer la composición de este tipo de agua ayudaría a entender cómo se formo la Luna y cómo los procesos volcánicos cambiaron su superficie.
Imagen del cráter Bullialdus y su elevación central en alta resolución (clic para ampliar)