El calendario maya más antiguo visto hasta el momento fue descubierto en Guatemala, y corresponde al 800 d.C. Contrario al mito, este calendario no se acaba el 21 de diciembre de 2012, sino que sigue adelante. El descubrimiento fue presentado por los arqueólogos William Saturno, de la Universidad de Boston, y David Stuart, de la Universidad de Texas-Austin.
“El calendario maya sigue avanzando por billones, trillones, octillones de años en el futuro”, dijo Stuart, que trabajó en descifrar los símbolos pintados en negro y rojo sobre la piedra. El calendario fue encontrado en las ruinas de la ciudad de Xultun en la zona de Petén en la selva. El calendario es realmente complejo, con líneas y puntos que representan cincos y unos, y que marca los ciclos lunares en bloques de seis meses. En la habitación donde se encontró también hay un gran mural, y el calendario parece haber sido pintado encima de parte de éste, aparentemente para tener a la mano una referencia del tiempo.
Los mayas registraban el tiempo en ciclos, incluyendo bloques de 400 años llamados baktun. Son estos baktuns los que han impulsado los rumores de que el mundo se termina en diciembre de este año, momento en que un ciclo de 13 baktuns se completará. Pero la idea de que esto significa que es el fin del mundo es una mala interpretación, dijo Stuart. Cuando se complete el baktun 13, el calendario volverá a empezar y continuará sus ciclos por millones de años.
El calendario encontrado de hecho registra 17 baktuns. También aparece un “número anillo” en el muro, usado para registrar el tiempo de un ciclo anterior de 1.000 años de duración. El calendario también parece registrar los ciclos de Marte y Venus, y se encontraron símbolos de dioses sobre los ciclos lunares, lo que implicaría que cada ciclo tenía su deidad.
En el mural aparece también retratado un rey con una corona de plumas azules, junto a otras figuras. Una de las figuras tiene el título “Hermano Mayor de Obsidiana”, del que no se ha podido hacer una interpretación. Junto al rey hay un hombre vestido de naranjo con pulseras de jade, que sostiene una pluma, lo que lo identificaría como un escriba, y que lleva el título de “Hermano menor de Obsidiana”. Aparentemente se trataba del lugar de trabajo o la casa de alguien importante.
El descubrimiento de este calendario es importante porque es el primero anterior al Códice de Dresde, un libro que data de los siglos XI o XII. El calendario del muro es probablemente una reproducción de libros mucho más antiguos, y entrega nuevos conocimientos sobre cómo trabajaban los científicos mayas.
Aunque Xultun fue descubierta en 1915, menos del 0,1% de la ciudad ha sido explorado. En la década de 1970 una parte importante fue saqueada, pero hasta el momento no está muy claro hasta dónde se extiende la ciudad exactamente.
Via|CSMonitor