Manipulación de las heridas
Hasta ahora se pensaba que los miofibroblastos no podían transformarse en otro
tipo de células, pero este trabajo ha demostrado que efectivamente pueden
transformarse y convertirse en adipocitos.
Lo realmente sorprendente es que los científicos han conseguido estimular la
formación de una nueva piel a partir de los folículos pilosos: han manipulado el
proceso de curación de las heridas para que, en vez de cicatrizar, provoque la
regeneración de la piel.
Las aplicaciones serán importantes tanto para la dermatología (curación de las
quemaduras, de cualquier herida de la piel), así como para la medicina estética,
ya que permitirá el desarrollo de nuevos cosméticos para tratar el
envejecimiento de la piel.
Estos descubrimientos tienen también el potencial de ser revolucionario en el
campo de la dermatología. El primer y más obvio uso sería desarrollar una
terapia que lleve a los miofibroblastos a convertirse en adipocitos, ayudando a
curar las heridas sin necesidad de cicatrización.
Los investigadores consideran que con este descubrimiento será posible también
regenerar los adipocitos en la piel arrugada, y borrar así este signo del
envejecimiento en las personas mayores.
El Laboratorio que ha desarrollado esta investigación se centra ahora en los
mecanismos que promueven la regeneración de la piel, especialmente a partir del
folículo piloso.
Referencia:
Regeneration of fat cells from myofibroblasts during wound healing. Science,
05 Jan 2017. DOI: 10.1126/science.aai8792
Leído en Tendencias 21
