Investigaciones previas de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Minnesota y de la Mayo Clinic demostraron que era posible
reducir la carga de las células dañadas, lo que se conoce como células
senescentes, y prolongar la vida útil y mejorar la salud, incluso cuando el
tratamiento se inicia tarde en la vida. Los
investigadores encontraron que un producto natural, llamado Fisetin, reduce el
nivel de estas células dañadas en el cuerpo. Encontraron esto tratando a los
ratones hacia el final de la vida con este compuesto y observaron mejoras en la
salud y la vida útil. Esta nueva investigación publicada en EBioMedicine sugiere que podemos extender el
período de salud, denominado healthspan, incluso hasta el final de la vida.
Pero todavía hay muchas preguntas que abordar, incluida la dosis correcta.
Siempre hubo limitaciones a la hora de descubrir cómo actuará un medicamento en
diferentes tejidos, y células en un cuerpo que envejece. Los investigadores no
tenían una manera de identificar si un tratamiento en realidad estaba atacando
a las células particulares que son senescentes, hasta ahora. El equipo utilizó
la tecnología de citometría de masas, o CyTOF, y la aplicó por primera vez en
la investigación del envejecimiento, para mostrar que el medicamento funciona,
en subconjuntos específicos de estas células dañadas dentro de un tejido
determinado.
Revista Salud y Bienestar
Investigaciones previas de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Minnesota y de la Mayo Clinic demostraron que era posible
reducir la carga de las células dañadas, lo que se conoce como células
senescentes, y prolongar la vida útil y mejorar la salud, incluso cuando el
tratamiento se inicia tarde en la vida. Los
investigadores encontraron que un producto natural, llamado Fisetin, reduce el
nivel de estas células dañadas en el cuerpo. Encontraron esto tratando a los
ratones hacia el final de la vida con este compuesto y observaron mejoras en la
salud y la vida útil. Esta nueva investigación publicada en EBioMedicine sugiere que podemos extender el
período de salud, denominado healthspan, incluso hasta el final de la vida.
Pero todavía hay muchas preguntas que abordar, incluida la dosis correcta.
Siempre hubo limitaciones a la hora de descubrir cómo actuará un medicamento en
diferentes tejidos, y células en un cuerpo que envejece. Los investigadores no
tenían una manera de identificar si un tratamiento en realidad estaba atacando
a las células particulares que son senescentes, hasta ahora. El equipo utilizó
la tecnología de citometría de masas, o CyTOF, y la aplicó por primera vez en
la investigación del envejecimiento, para mostrar que el medicamento funciona,
en subconjuntos específicos de estas células dañadas dentro de un tejido
determinado.
