Estos últimos días ando volcada en la lectura de una obra maestra de Shakespeare, "King Lear" y de vez en cuando me encuentro con curiosas expresiones idiomáticas del periodo isabelino y jacobeo que me llaman notablemente la atención. A continuación, nombraré las más relevantes:
Acto I, Escena IV: Kent, antiguo fiel servidor del Rey Lear y desterrado injustamente de la corte por apoyar a Cordelia, se presenta nuevamente ante el monarca ocultado bajo un disfraz. Lear pregunta quién es y cuál es su profesión y Kent le responde de esta manera:
I do profess to be no less than I seem; to serve him truly that will put me in trust; to love him that is honest; to converse with him that is wise and says little; to fear judgments; to fight when I cannot choose; and to eat no fish.
Mi profesión, señor, consiste en ser lo que parezco; en servir fielmente al que pone su confianza en mí; en amar lo que es honesto, en acompañar al que sea cuerdo y hable poco; en temer a la crítica; en combatir, a la falta de otra cosa mejor, y en no comer nunca pescado.
¿No comer nunca pescado? ¿Con qué finalidad hizo Kent esa afirmación?
En tiempos de la reina Elizabeth I, los papistas o católicos eran vistos como enemigos del Estado. El acto de comer pescado se consideraba como una señal inequívoca del papismo ya que obligaba a sus fieles a consumir ese alimento en fechas señaladas como penitencia. Era una especie de afrenta a la recién instaurada Iglesia Anglicana, que como sabemos la presidía la propia reina de Inglaterra. Tal frase proviene de un proverbio de la época: "Es un hombre muy bueno y no come nunca pescado" que se utilizaba para designar a un protestante amigo del gobierno.
En el mismo Acto I escena IV y en el resto de la obra, el bufón se refiera a su amo , el rey Lear , como "nuncle" ( se podría traducir como "tío")
En Inglaterra, el título de "tío" fue considerado en otros tiempos como una expresión de respecto. Hasta el siglo XVIII, muchos campesinos ingleses llamaban a los jueces "mío tío el juez".
Acto II, Escena II: Al final del Acto I, en la Escena V, el rey Lear pide a Kent que vaya a Cornualles a entregar una carta a su hija Reagan. Ya al principio del Acto II, en las puertas del Castillo, Kent se encuentra con Oswald, lacayo de Reagan. Ambos acaban discutiendo y Kent le insulta con una infinidad de improperios:
Oswald: Why dost thou know me for?
Kent: A knave; a rascal; an eater of broken meats; a base, proud, shallow, beggarly, three-suited, worsted-stocking knave [...]
Oswald: ¿Por quién me tomas?
Kent: Por un bribón, un pillo, un tragasobras, un mendigo lleno de bajezas y orgullo , un hombre de tres trajes, un miserable con medias de lana [...]
¿Un hombre de tres trajes?
A lo mejor en la época de Shakespeare, en el que los cortesanos vivían colmados de lujos, un hombre que solo poseía tres trajes era considerado un pobretón. O quién sabe, quiso el poeta transmitir que era un hombre perseguido tres veces por sus deudas al sastre, o incluso quiso aludir a un caballero que adquiría sus ropas de tercera mano.
¿Un miserable con medias de lana?
En el reinado de Elizabeth I, las medias fueron la prenda de mayor lujo. Todos querían llevarlas de seda. Hasta los criados que ganaban cuarenta chelines al año, se consideraban deshonrados si no portaban medias de este género. Vestir medias de lana era una marca de rusticidad y villanía.
Greenblatt, Stephen. The Norton Anthology of English Literature Vol. 1 - The Middle Ages through the Restoration and the Eighteenth Century. W. W. Norton & Company Inc., 2006.
Shakespeare, William. El Rey Lear. RBA Coleccionables, Barcelona, 2010.