En los libros sagrados de la India, el BhagavataPurana y el Mahabharata, también se habla del diluvio universal y como un rey, Manu, consigue salvarse al construir un barco.En las distintas culturas americanas tampoco falta la historia del diluvio, son más cincuenta las leyendas que nos hablan del mismo mito. Para los incas, el dios Viracocha había creado una humanidad de gigantes que no le gustó y la destruyó con fuego y un gran diluvio. Según esta versión, la primera humanidad se situaba cerca de Tiwanacu. Dicen los indígenas llamados Uros, que después del diluvio, fueron las aguas del lago Titicaca las que vieron brillar los primeros rayos del sol.
Ruinas de Tiwanacu
Los mayas también recogían en su tradición la historia del diluvio, de hecho, lo narra Fray Bartolomé de las Casas. Enrique Gómez Carrillo, en su “Historia de la América Central”, cuenta como un cacique de Nicaragua pregunta a Gil González de Ávila si ellos también tenían noticias del diluvio que había destruido el mundo antiguo. Tampoco en el continente africano faltan leyendas y mitos que hablan de un diluvio universal.Sobre la fecha aproximada de este hecho, todas las versiones la sitúan entre ocho mil y doce mil años atrás, es decir, época que coincide con el fin de la última era glaciar. Los geólogos también han buscado pistas sobre el diluvio. Si realmente había habido una inundación catastrófica debía verse reflejada en los sedimentos de todo el planeta, o por lo menos, de una parte significativa del mismo. Una parte, que cabría añadir, debía estar habitada, para que los testigos pudieran narrar lo ocurrido. Y si, en principio, encontraron pruebas de que el diluvio era un hecho histórico, más tarde, aparecieron evidencias que lo desmentían. Y si empezaba hablando de la paleontología, puedo acabar hablando de una ciencia aún más moderna, la arqueología, que en su rama de arqueología bíblica ha buscado incansablemente los restos del arca de Noé. Y no crea nadie que esto es nuevo, porque antiguos historiadores ya nos dejaron crónicas de búsquedas semejantes. Estos arqueólogos han subido al monte Ararat y han traído restos fosilizados de maderas que, aseguran, pertenecían al arca. Sin embargo, estas “evidencias”, no han superado los análisis científicos.¿Fue un hecho histórico? ¿Ocurrió algo entonces que transmitió la tradición oral y más tarde la escrita? ¿Fue el deshielo y la subida de las aguas lo que provocó el mito? ¿Fue, simplemente, que debían buscarle una explicación a los fósiles de animales extintos, a las conchas y restos de animales marítimos hallados en altas montañas alejadas del mar? ¿Fue la súbita inundación (corroborada por varios geólogos) del Tigris y el Eúfrates que quedaron en la memoria colectiva como un diluvio universal? El misterio continúa.Siempre he creído que los mitos no surgen de la nada, que detrás de cada leyenda hay un fondo de verdad…
Reconstrucción del arca de Noé.