Revista Viajes

Descubriendo el sudoeste de Alemania

Por Veronica Cussi @touristear

El sudoeste de Alemania es, probablemente, una de las partes menos conocidas de este histórico país. Son muchos los viajeros que visitan Núremberg o Múnich, incluso Stuttgart, pero ¿cuántos se adentran en la Selva Negra? ¿Cuántos se pierden en Friburgo, Offenburg o Baden-Baden? En este artículo os hablaremos de uno de los lugares más bonitos de Europa.

Friburgo de Brisgovia

Cuando hablamos del sudoeste de Alemania resulta inevitable comenzar por Friburgo de Brisgovia. Esta ciudad universitaria es la cuarta más grande del estado federado Baden-Wurtemberg y alberga unos 220.000 habitantes. De las tres ciudades que vamos a hablar, Friburgo es sin duda la más conocida.

Además de considerarse la entrada a la Selva Negra y ser capital ecológica de Alemania, Friburgo es especialmente conocida por los famosos bächle o "arroyuelos de Friburgo", unos pequeños canales creados de forma artificial que se construyeron a lo largo de diferentes calles de la zona más antigua de la ciudad.

La catedral de Friburgo se encuentra, precisamente, en esta zona de la ciudad. Como la mayoría de las catedrales, fue construida en diferentes etapas, en este caso en tres: 1120, 1210 y 1230. Es gótica, aunque está construida sobre una iglesia románica. Una de sus características más destacables es que todavía conserva los mismos vitrales que se colocaron en la Edad Media.

Descubriendo el sudoeste de Alemania

Existen otros muchos lugares dignos de visitar en esta maravillosa ciudad: el nuevo y el viejo ayuntamiento, los almacenes de la plaza de la catedral (Münsterplatz), las tres puertas que todavía se conservan de la antigua muralla, el Augustinermuseum (uno de los museos más grandes de la ciudad) y, al ser capital ecológica de Alemania, muchas personas visitan Friburgo para entender mejor sus medidas medioambientales y descubrir de primera mano cómo la ciudad se ha desarrollado tanto y tan bien bajo el amparo de las energías renovables.

Baden-Baden, los tesoros de la Selva Negra

Otro de los tesoros que esconde el sudoeste de Alemania es Baden-Baden. Esta localidad, de apenas 55.000 habitantes, aloja toda clase de encantos. Baden-Baden se hizo especialmente famosa al convertirse en lugar de descanso y entretenimiento de la burguesía europea. De hecho, el casino de la ciudad está considerado uno de los más lujosos del mundo e inspiró novelas de algunos de los escritores más relevantes de la literatura universal, como Dostoyevski y Turguénev. El edificio que alberga el casino se llama Kurhaus y fue construido entre 1821 y 1824. También ofrece salas en las que se llevan a cabo bailes, conciertos, representaciones, etc.

Pero Baden-Baden alberga otros muchos secretos. Es uno de los lugares más bonitos de Europa porque está emplazado en el valle de Oos, en plena Selva Negra, y es una de las ciudades balneario mejor valoradas por los visitantes a los que les gusta especialmente este tipo de turismo.

Al igual que Friburgo, Baden-Baden ofrece otros muchos atractivos turísticos: los dos palacios (el viejo y el nuevo), un gigantesco jardín de estilo inglés llamado Lichtentaler Allee o las ruinas de un balneario romano que puso en el mapa a la ciudad, por primera vez, en tiempos de Lucio Septimio Basiano, allá por el siglo III.

Offenburg.

Por último, hablemos un poco sobre Offenburg. Esta pequeña ciudad (también universitaria, aunque menos famosa y frecuentada que Friburgo) ronda los 58.000 habitantes y se encuentra muy cerca del río Rin, a caballo entre Friburgo y Karlsruhe.

Entre los atractivos turísticos de Offenburg destacan: el monasterio de los capuchinos, la posada Salmen, la Ritterhaus (un edificio que data del 1784 y que actualmente hace de archivo municipal y museo), el Königshof (o antiguo palacio real, que actualmente es la comisaría de policía o la Mikwe (casa de baños que siempre se asumió como originaria del período medieval y que, según investigaciones recientes, data de un poco después, de entre los siglos XVI y XVII).

Sin embargo, lo mejor de Offenburg son las calles adoquinadas del centro y los increíbles paisajes que podemos encontrar a las afueras de la ciudad. Además, desde Offenburg sale una de las vías ferroviarias más importantes y espectaculares de Alemania, la línea de la Selva Negra. Si tenéis la suerte de poder montaros en este tren veréis uno de los paisajes más impresionantes de Europa a lo largo de 150 kilómetros y con cambios de nivel de hasta 650 metros con respecto al mar.

Es precisamente este componente geográfico el que hace del sudoeste de Alemania un lugar imprescindible para aquellos viajeros que aman la naturaleza. No es que Friburgo, Baden-Baden y Offenburg no merezcan la pena exclusivamente como ciudades, es que sus situaciones geográficas y la naturaleza que las rodea las convierte en una cita ineludible.

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