La estación de esquí de Formigal está situada en área pirenaica de la provincia de Huesca, a solo unos kilómetros de la frontera francesa. La gestión corre a cargo de Aramón, empresa de carácter público que es la responsable además de las estaciones de Cerler, Panticosa, Javalambre y Valdelinares.
La estación, una de las más modernas de España cuenta con todos los servicios habituales en este tipo de instalaciones, e incluso algunos más, lo que la convierten en una de las más confortables del país. Y es que hay que considerar que no solo a esquiar viene uno a Formigal. Multitud de hoteles, restaurantes, tiendas de material de esquí o moda, aparcamientos, zonas para niños, así como una inmejorables condiciones de seguridad están al alcance de todos en la estación.
Pero vamos a lo importante, las pistas, el foco alrededor del cual se monta una estación de esquí como la de Formigal. Sus 137 kilómetros esquiables, lo que la convierte en la estación española con mayor área esquiable, están divididos en 97 pistas de la que hay 7 verdes, 19 azules, 33 rojas y 38 negras. A esto sin duda hay que añadir sus pistas de boarder-cross, la de baches, un circuito de motos, otro de snow-bike y uno más para trineos de perros. Los más hábiles esquiadores o snowboarders podrán disfrutar de lo lindo en sus dos snowparks mientras que para los “tranquilos” esquiadores de fondo la estación ofrece también varias posibilidades. Se nos ofrece además una pista iluminada gracias a la que podremos disfrutar de nuestro deporte favorito también de noche.
Para desplazarsepor las pistas la estación cuenta con telesillas, telesquís y cintas con capacidad para mover a más de 35.000 personas cada hora por lo que no deberíamos sufrir largas esperas a la hora de acceder a la cabecera de las mismas.
Desgraciadamente el invierno se pasa volando, pero no desesperes. La estación nos ofrece actividades durante el verano como el mountain bike o el senderismo, otras formas de naturaleza ante la ausencia de nieve.