Hace poco he descubierto en Fapex (ya sabéis la devoción que tengo por esta tienda online checa), una nueva marca que me ha fascinado y con la que repetiré sin duda alguna: se trata de Soaphoria, una marca de cosmética natural que despierta todos los sentidos.Soaphoria nació con la filosofía de crear una marca de cosmética natural y orgánica, con materias primas de primerísima calidad. Todos sus productos son libres de aditivos sintéticos, están hechos a mano y solamente añaden a sus cosméticos los conservantes necesarios que también cumplen con un alto estándar de calidad.Además el cultivo de todas las plantas e ingredientes que utilizan, es libre de pesticidas y fertilizantes químicos. Compran la producción de los agricultores regionales y evitan los ingredientes de origen animal. Por ejemplo, la glicerina que utilizan está hecha a base de soja. Utilizan envases respetuosos con el medio ambiente y todos sus productos son 100% libres de crueldad animal.
Con esta presentación inmejorable, comprenderéis porqué tenía tantas ganas de probar esta marca. En Soaphoria podremos encontrar desde los clásicos jabones de glicerina; diferentes aceites (de zanahoria, de pepitas de uva, de coco, de semillas de amapola...); mascarillas faciales (de las que ya tengo varias en mi wishlist) y los soufflés corporales (hoy os enseñaré dos de ellos), que son uno de los productos estrella de la marca ¡y no me extraña!
Como podéis ver, la presentación está muy cuidada, envases de cristal con cierre al vacío y es que la marca nos dice que todos sus productos están creados con mucho amor y no lo dudo, se nota desde el primer momento. El primero de los soufflés que compré es el soufflé de lavanda de Soaphoria, por si no sabéis lo que son los soufflés, son una especie de cremas corporales con una textura muy especial, tan especial que es única y no la he encontrado en ninguna otra marca.La textura es como la de un soufflé o un mousse, porosa y esponjosa que casi en el primer instante de contacto con la piel se transforma en una especie de aceite no graso y desprende todo su aroma, deleitando todos los sentidos.Cuando abrimos el bote nos encontramos con este producto que dan ganas de comérselo y en seguida desprende su olor característico (en este caso a lavanda). Sin embargo, todo el aroma todavía más intenso se desprenderá en el instante de contacto con la piel, ¡toda una delicia!
En cuanto a los ingredientes, son buenísimos, nada que objetar:
♥ Contiene polvo de cacao, rico en vitamina E y en antioxidantes. Además el cacao es un excelente lubricante y prevendrá las lesiones en la piel. Combate los radicales libres y previene que la piel sufra de un envejecimiento prematuro.♥ Aceite de coco: es antibacteriano y ayuda a la piel a prevenirse de infecciones. Contiene ácidos grasos que ayudan a restablecer el pH de la piel.♥ Aceite de oliva: son archiconocidos la gran cantidad de beneficios que tiene el aceite de oliva en la piel: entre ellos es altamente humectante y previene el envejecimiento de la piel.♥ Por último, extracto de lavanda. La lavanda es calmante y relajante, por lo que nos ayudará a relajarnos, por ejemplo, en una ducha nocturna. Además en antiséptica y antifúngica, ayuda a reducir las cicatrices y a acelerar la curación. Es buenísima contra el acné, el eccema y tiene propiedades antiarrugas.
Ya está. No tiene más ingredientes. Tampoco necesita más, simplemente perfecto, todo el poder de la naturaleza directo a nuestra piel, trabajado con mucho amor en forma de soufflé. Su precio son 9.20€ en Fapex y contiene 125ml de producto, cantidad bastante generosa, ya que cunde bastante.
El otro soufflé que compré y que también me ha fascinado es el soufflé Innocence de Soaphoria. Lo compré un poco a ciegas porque por el nombre no tenía muy claro cuáles serían sus ingredientes, pero ahora que ya lo tengo, os informo a vosotros para que no compréis a ciegas como hice yo.
A diferencia del anterior, que tenía el color morado característico de la lavanda, éste tiene color amarillo y un aroma más dulzón, súper agradable.
En cuanto a los ingredientes, es prácticamente igual que la anterior, con la excepción de que no lleva lavanda y contiene aroma (que yo juraría que es de vainilla, pero no estoy del todo segura).
Un detalle que me ha gustado mucho de los dos productos es que son libres de aceite de palma y como podéis ver llevan el sello de productos veganos, hechos a mano, naturales y libres de crueldad animal. ¡Así tendrían que ser todos los cosméticos!
Un 10 le doy a esta marca y desde luego os recomiendo encarecidamente que no dejéis pasar la oportunidad de probarla. A diferencia de Lush por ejemplo (digo Lush porque es una de las marcas más famosas de este estilo) no contiene parabenos ni colorantes como muchos de los productos de la marca británica.
Utilizar estos productos es una delicia y me han fascinado los dos soufflés desde el primer momento. La piel se siente profundamente hidratada, saludable, una sensación única que no me han aportado otras cremas corporales. Estas están un paso más allá...
¿Qué os ha parecido Soaphoria? ¿Conocíais la marca? ¿La probaréis?
Esta entrada es una colaboración con Fapex