Posiblemente muchas mamás y papás de niños más pequeños que el mío se sorprendan con el post de hoy, pero hacía días que quería hablar de los últimos cambios que estoy viendo se van produciendo tanto en Rayo como en sus compañeros de pandilla. Y lo que ocurrió ayer hacen que retrase cualquier otro tema para ocuparme de este, El Tema: el inicio de la sexualidad en la infancia.
La sexualidad no se inicia en la adolescencia, siento decíroslo pero los padres tenemos que empezar a batallar con este tema muchísimo antes. Una buena educación sexual basada en la confianza, la carencia de pudor y la naturalidad es vital para hacer de ellos personas seguras y sexualmente sanas.
Porque el sexo es mucho más que la simple relación entre dos personas, abarca el conocimiento del cuerpo, las diferencias entre hombre hombres y mujeres, el significado de la sexualidad, la procreación, .... , tantas cosas.
Mi niño lleva unos meses con curiosidad. A pesar de que en nuestra casa es un tema que se trata con mucha naturalidad él ha empezado a ver ciertas partes del cuerpo de otro modo. Desde bebé nos hemos bañado juntos, no se cierran puertas para vestirnos, no se evita la desnudez delante de él. Todo es natural. Pero ahora siente curiosidad al verme desnuda, me hace preguntas, quiere saber por qué tenemos hijos las mujeres y no los hombres, quiere saber por qué los niños salen por el "chochete" de las mamás y cómo sucede. El pecho ya no lo ve solo como fuente de alimento, lo cual antes sucedía. En fin, creo que el cambio y evolución está siendo muy evidente.
No es él solo, a los amigos de la pandilla les está sucediendo igual en mayor o menor medida. Ahora hacen algo que nos ha sorprendido, de repente sienten ganas de hacer pis y se van a algún sitio apartado, se bajan los pantalones niños y niñas y sin pudor se miran y se tronchan de la risa. Están creciendo salta a la vista, y los genitales empiezan a ser mirados con ojos pícaros a pesar de su corta edad. Uno puede pensar que es una cuestión de educación, en nuestro caso no es así. Como digo, tratamos el cuerpo con absoluta naturalidad, no fomentamos la picardía para referirnos a los genitales y respondemos a sus preguntas encantados y con un tono ausente de risitas que puedan añadir misterio a la zona en cuestión. Pero supongo que esto es algo innato, ¿no?
La exploración también se da en casa, él se mira el pene, el otro día se sorprendía mucho al descubrirse ¡¡¡una vena!!!: "mira mamá, mi colita tiene una vena de sangre" me decía entre sorprendido y orgulloso. Se mira cuando experimenta alguna erección, cuando ésta cede. Está muy atento a los cambios de su cuerpo, lo cual me parece fantástico.
Esto mismo les sucede a dos amiguitas, una mamá me contaba el otro día que su hija también se explora, incluso se toca. Será que ahora los padres estamos más atentos a los hijos, o que hablamos más naturalmente de este tema. Porque os confieso que a mi no me causa pudor alguno, aspiro a hablar con mi hijo con soltura de este tema, la sexualidad forma parte de la condición humana y quiero ser yo quien le proporcione educación sexual a mi hijo. No aspiro a que se haga en la escuela, o bien en la pandilla de amigos. Las bases queremos ponerlas en casa, y luego ya complementará su "formación" con quién él elija :)
Pero ayer fue un día curioso. Por la mañana Papá sin complejos y Rayo fueron al baloncesto, primera vez que su padre le llevaba. Iba muy emocionado. A pesar de que no vieron el partido completo, del excesivo ruido (que él soporta mal), y de estar en el gallinero, el nene vino muy contento. Ya por la noche escucho una conversación de los chicos en la ducha:
Papa: "¿Te ha gustado ir hoy al baloncesto Rayo?"
Rayo: "Síiiiiiiiiii, mucho"
Papá: "¿Te apetece que otro día vayamos al fútbol?"
Rayo: "¿En el fútbol hay también cheersleaders?"
Papá: "¿Te han gustado las animadoras o qué?"
Rayo: "Síiiiii me han gustado demasiado" (vocecilla picarona)
Después en la cena, y como mi niño es así de natural, continuamos él y yo la conversación:
Mamá: "Me ha dicho papá que te han gustado las animadoras del baloncesto"
Rayo: " Sí mamá, me han gustado mucho, se me ha hinchado la colita un poco, a veces me pasa"
Mamá: "¿Ah, sí?"
Rayo: "Sí mami"
Mamá: "Eso es normal cariño, a los chicos os pasa a veces"
Rayo: "Lo sé mami"
Natural como la vida misma. ¿Sorprendida? Pues sí, para qué lo vamos a negar, que tu hijo te diga que las animadoras, que según Papá sin complejos estaban cañón, le han puesto animadillo sorprende. Pero mi actitud salió sola, imprimir naturalidad a la conversación no fue costoso. El niño se sintió seguro y confiado hablándome de ello, como si me cuenta que en el cole han estado leyendo un cuento. Creo que de eso se trata, de darle seguridad en todas las facetas de su desarrollo.
Os confieso que al rato me encerré con Papá sin complejos en la cocina y se lo conté, y estallé en carcajadas, este niño nunca dejará de sorprendernos, lo tenemos clarísimo. Pero de esta faceta, como de tantas otras, nos sentimos plenamente orgullosos de él.
Queda claro que nuestro hijo crece, a un ritmo imparable. Ahora tenemos retos interesantes que afrontar, preguntas que contestar y queremos hacerlo en un marco de confianza y seguridad. Queremos que nuestro hijo encuentre en el seno familiar las respuestas que busque, sea cual sea el tema.