El mosaico de Lod.
De 33 metros cuadrados y en un excepcional estado de conservación, el mosaico era el suelo de una de las estancias principales de una casa romana.
Descubierto por casualidad durante la construcción en 1996 de una autopista entre Tel Aviv y Jerusalén, el mosaico israelí de Lod (la ciudad cercana a Tel Aviv en la que se encontró) data del año 300, cuando el Imperio Romano ya había extendido sus dominios por Oriente Medio. El conjunto de paneles —que no fue desenterrado hasta el año 2009, cuando se pudo garantizar la excavación y la restauración al completo— se presentó al público por primera vez en 2010 en el Metropolitan Museum de Nueva York y ahora inicia su itinerario por Europa.
El panel central aúna especies exóticas, una alusión a la armonía entre los ciudadanos de diferentes credos que vivían en Lydda, nombre romano de Lod.
Fuente: 20 minutos