El Monasterio de Pedralbes ha revelado recientemente nuevos y sorprendentes hallazgos arqueológicos que aportan una visión renovada sobre las actividades económicas que se desarrollaban en este emblemático lugar. Las excavaciones llevadas a cabo en las casitas de la Baixada del Monestir, modestas viviendas anexas al convento, han sacado a la luz una compleja estructura dedicada a la producción de vino, que posiciona al monasterio como un importante centro vinícola desde el siglo XVII. Estos descubrimientos no solo amplían el conocimiento sobre la historia del monasterio, sino que también resaltan su papel en la economía local de la época.
El Monasterio de Pedralbes y la Producción Vinícola
Las recientes excavaciones han desvelado vestigios de una prensa de viga con un inmenso contrafuerte, semillas de uva y diversos depósitos de piedra conocidos como trujales o lagares, utilizados en la elaboración del vino. Según Anna Bordas, la arqueóloga responsable de la intervención, estos restos confirman que la producción vinícola en el monasterio era considerablemente más extensa de lo que se pensaba. “Desde el siglo XVII se está produciendo vino aquí, y parece que de forma bastante intensiva”, comenta Bordas.
Los arqueólogos han encontrado estructuras vinícolas no solo bajo la sala capitular, donde previamente se habían identificado algunos restos, sino también en áreas adyacentes como el parlatorio. Además, se descubrió una gran estructura circular en un pasaje entre las casitas 3 y 5, que, tras estudios bioarqueológicos, se confirmó que estaba relacionada con la producción vinícola. Estos hallazgos subrayan que el monasterio no solo era un espacio de clausura y oración, sino también un centro económico activo con una notable actividad vinícola.
Reevaluación Histórica y Nuevas Perspectivas
Los hallazgos en el Monasterio de Pedralbes han abierto nuevas líneas de investigación sobre la historia económica del lugar. Según Anna Castellano, directora del museo del monasterio y doctora en historia medieval, estos descubrimientos requieren una relectura de la documentación existente. “La excavación confirma lo que intuíamos, que la producción de vino era importante, pero por lo encontrado puede ser incluso más de lo que pensábamos inicialmente”, explica Castellano.
La producción de vino en el monasterio era relevante no porque las monjas cultivaran la vid, sino porque eran propietarias de vastas tierras en las zonas de Collserola y Sarrià. Como parte del diezmo, las uvas recolectadas en estas tierras eran traídas al monasterio para su procesamiento. Esto implicaba un sistema bien organizado de producción y distribución, donde el vino no solo servía para el consumo interno, sino que probablemente también jugaba un papel en la economía local.
Más Allá del Vino: Otros Hallazgos Arqueológicos
Además de la estructura vinícola, las excavaciones han proporcionado una rica fuente de información sobre la evolución del monasterio desde la época medieval hasta la contemporánea. En la casita número cinco, se han identificado muros iniciales de los siglos XVI y XVII, así como pavimentaciones originales. En una de las habitaciones, los arqueólogos encontraron una bala de cañón de la Guerra dels Segadors, lo que sugiere que el monasterio fue escenario de conflictos durante este periodo.
Otro hallazgo significativo es un canal de agua, posiblemente procedente de Collserola, que data del siglo XII. Este canal, descubierto bajo las estructuras de una de las viviendas, quedó en desuso al ser cubierto por sedimentos, pero su existencia demuestra la compleja infraestructura hidráulica que sostenía al monasterio y su entorno. De hecho, una mina de agua aún abastece el monasterio en la actualidad, riegando el huerto medieval que fue recuperado hace unos años.
Uno de los descubrimientos más antiguos y misteriosos es el de restos bioarqueológicos relacionados con una masía denominada Pedralbes, que existía antes de la fundación del monasterio en el siglo XIV. Estos restos, que incluyen semillas y otros vestigios agrícolas, sugieren que el sitio ya era un centro de cultivo y producción antes de convertirse en un espacio monástico.
El Futuro de las Casitas y la Preservación del Patrimonio
Las casitas de la Baixada del Monestir, que alguna vez fueron espacios auxiliares para el monasterio, están ahora en el centro de los planes de conservación y renovación. Las autoridades están considerando convertir estos espacios en oficinas para el personal del museo o en reservas de material. También se está estudiando la posibilidad de abrir una librería y una tienda del museo, así como crear un nuevo acceso de salida.
Sin embargo, queda por decidir si algunos de los restos arqueológicos descubiertos serán preservados y exhibidos o si serán nuevamente cubiertos. Esta decisión dependerá de la Comissió Territorial del Patrimoni Cultural de Barcelona, dado que el monasterio es un bien cultural de interés nacional. La preservación y puesta en valor de estos hallazgos ofrecería una oportunidad única para que los visitantes puedan explorar y entender mejor la rica historia del Monasterio de Pedralbes.