Descubrir tu liderazgo dará sentido a tu vida

Linda Abbot se encaminó al círculo de Bellas Artes donde le acontecía y se haría realidad aquel sueño de asistir a la conferencia, de su referente, su faro, su buque insignia, su oxígeno que le hacía disponer y le insuflaba de la energía necesaria para levantarse cada día, Randolph Cucal.
En aquella cuarta planta, Linda rodeada de gente desconocida, accedió al auditorio disponiéndose en la lejanía, por su timidez pero ubicada en línea al atril iluminado, centrada al proyector, que irradiaba la cara de su mecenas y describía el título de la ponencia. Descubrir tu liderazgo dará sentido a tu vida.
Hecha la presentación, Randolph se encaminó hacia el estrado y llegado a él, mantuvo unos quince segundos de silencio, palpando con su mirada su audiencia, las distancias y la energía que suscitaba el ambiente con la circunstancia provocada. Y su primera reflexión segundos después de aparecer en la pantalla fue formular en alto con voz firme  ¿Quién realmente me considero que soy? ¿Qué busco y da sentido a mi vida? ¿Qué dispongo y hago para alcanzar dicho sentido?
Tras una nueva pausa para que calara dichas preguntas en el interior de los asistentes, empezó a dar su respuesta a las mismas. Me considero un ser humano, una persona que intenta alcanzar cada día los dos objetivos que tengo en la vida.
En el terreno personal disfrutar cada instante, cada segundo que disponga con mi familia, mi mujer, mis hijas – las dulces reinas de la casa - y mis amigos.
En el terreno profesional disfrutar cada instante, con lo que hago cuando voy a trabajar, actualmente en la gestión de servicios y como hobby disertar como realizo ahora, mi opinión sobre el sentido de la vida, con ustedes.
Para llevar a cabo dicha tarea, mi misión. Me apoyo en cuatro pilares básicos.
La Visión que se compone de dos creaciones. Una visualizando el paradigma que tengo en mente sobre los objetivos que ansío alcanzar y otra hacer posible dicha realidad. Llevar a la práctica lo imaginado.
La Disciplina, mi capacidad de planificar, gestionar y ejecutar, dicha idea y hacerla real.
La pasión – con los cinco mis - empeño, actitud, emoción, sacrificio y compromiso, con que realizo dicha disciplina.
Por último la conciencia; el núcleo. Es la que debe gobernar mis otros tres pilares básicos. Es la que hace que mi autoridad moral surta efecto en la autoridad formal, a través de unos principios y valores, como puede ser la honestidad - decir siempre la verdad - integridad - seguir sin fisuras dichos principios y valores - y la confianza.
Estos cuatro pilares y su cumplimiento hacen que se imbriquen, sinergicen, se fusionen ambos objetivos en uno solo. Analizando mi experiencia diaria. Para mí no hay éxitos ni fracasos. Las experiencias positivas significarán que he logrado mis objetivos, solamente me queda disfrutarlos y sobre todo compartirlos. De las experiencias negativas, solamente me queda hacer una cosa. Aprender de los mismos, y poner y llevar a cabo las acciones necesarias para que al día siguiente hacerlo mejor y seguir alcanzando mi objetivo. No debo poner excusas, ni juzgarme, ni hacerme la víctima, sino descubrirme, liderarme, escuchar a mi yo interior y empezar de nuevo.
De nuevo se hizo una pausa, la emoción latía, se palpaba. Se sentía por toda la sala rebosante de energía, por como el personal, asumía lo fácil de las palabras de Randolph, su calado y el tremendo procesamiento de sus mentes, mientras que el ego de las mismas, iba huyendo, escondiéndose, desprendiendo de la coraza mientras iba haciéndose la luz, y grabando en sus foros interiores el paradigma descrito por el ponente.
La siguiente pregunta fue comentada de nuevo con tono firme. ¿Quieren seguir siendo víctimas o van a pasar a la acción y ejercer su liderazgo para dar sentido a su vida, tanto personal como profesional? Utilicen en conciencia su interruptor virtual. Únicamente tiene esas posiciones, victimismo o liderazgo. ¿Qué van a hacer ustedes? ¿Hacia qué lado dispondrán el artilugio?
El victimismo ya saben ustedes, supongo por alguna experiencia lo que les depara. ¿Conocen su liderazgo? Se ha escrito millones de palabras y libros sobre el tema. Qué es un líder. Se nace, se hace, lo hacen. Únicamente deben descubrir, conocer y liderarse a ustedes mismos. Yo no les he dado una receta. Es mi píldora. La que yo utilizo. De su paradigma, creen la suya. No se equivoquen, si hablamos del tema profesional, está claro que la posición y el cargo da poder e influencia. Pero éste dura, mientras perdure dicho estatus de posición y cargo.
En cambio pueden ser directores generales de ustedes mismos. Esa es la fuerza. Ya que no hay posición ni cargo. Solamente están ustedes y su vida dónde el tiempo corre y no puede pararse, ni le pueden quitar el poder, porque su pertenencia es solo suya salvo el ego que utilizará el victimismo y la escusa para ser de nuevo apremiante en su ser. No le dejen.
Por tanto, descubran su yo interior, ejerzan su liderazgo para no solamente posibilitarles a ustedes para llegar al sentido que escojan de vida sino que hagan un esfuerzo ya llegados a este punto. Inspiren a los demás a captar y difundir éstas, mis ideas, o las suyas propias, para que sus interlocutores, amigos e inclusive discrepantes con su ideas, formas de ser, etcétera encuentren su valía y el potencial que reside en nuestro ser. Háganlo y alcanzarán su sentido a la vida.
Después de largos aplausos y enaltecimiento del personal, se fue desalojando poco a poco el auditorio, quedando allí, aquella persona, con timidez, disfrutando del sueño cumplido, revitalizando su ser, con mirada impresa e inmóvil en dicho atril y proyector.
De pronto su nombre tronó en la estancia, devolviendo a Linda a la realidad. Era Randolph que de forma parsimoniosa se acercó hacia su posición, estrechó la mano de la consultora, y le cedió un libro y un CD firmados, con sus devenires y creencias.