Revista Música
Muse – Origin of simmetry
Dicen por ahí que las polillas son actores naturales. Desde acá en adelante, esta infanta polillita se explaya con total amplitud, exiliada ya de su etapa temprana de ninfa rompen el cascaron de una vez, pero en lugar de quebrar despacito su cobertura toma un martillo y machaca cada ápice de su protección. Para salir aleteando a toda prisa.
El primer gran vuelo de una musa infundada de aire nocturno y bellamente moribundo.
Como queriendo abarcar el mundo y al mismo tiempo arrasarlo, la vida es muy corta, así que la intensidad, debe estar presente, sobretodo si cada replicar de sus alas es un riff infeccioso, y cada vuelo una canción destructiva. ¿Que mejor que evolucionar rápido?
Todo el potencial, fluye por las vertientes más experimentales y menos rebosantes de predicciones, se negaron rotundamente a hacer cambios para suavizar o ablandar los temas más densos, ya que eso podría haber dañado la esencia del album. Y firmemente se agradece. Vuelven con una nigromancia refinada hasta un punto bastante encomiable. Dando el puntapié que derrumba el castillo de naipes, bajo un sistema caótico predeterminado, se puede hacer rock suciamente refinado y aderezarlo de conspiración, pues claro. Con uds. Una autentica obra maestra.
La postrimería de apertura, corre por cuenta de New born, un tema venenoso, patógeno por el ángulo que se le analice, estructurado con piezas y piezas sobrepuestas de virtuosismo, despierta energía sonando indecoroso, pero de algún modo, no es brío a la tonta y a la loca, es minucioso, y colocado en las dosis justas.
Luciéndose bastante la guitarra al expeler esas volutas moradas en un gemido dramático.
“tu libertad aparece de forma natural”
Bliss, una oposición ideal a la apertura, su nombre se podría definir como una inmensa felicidad en la vida posterior a la muerte, sacando una serenidad perenne, te envuelve y deja llevar por espacio abierto. Matt ayuda mucho, despojando de toda angustia su voz, las oficia bastante bien de mensajero y los acompañamientos de fondo electrónicos, divagan genial. No tanto para estar conectado sino más bien, todo lo contrario. Space Dementia, no se guía por el parámetro de paz espiritual que ofrecía el fragmento previo, mejor dicho enlaza como su Némesis, pareciendo una canción de agorafobia. Alguna vez lo definí como un espejo de locura insana, esa descripción me sigue pareciendo muy adecuada.
“tus doradas mentiras alimentan mi rol. En esta olvidada carrera espacial bajo mi control”
Con esa líneas se da comienzo a Hypermusic, un tema de principio caótico y almacenando algo de vestigios de su predecesor. Más mientras más chances se le abonan, más sigue creciendo, tomando una forma más consistente.
“Crucifica a mis enemigos…en realidades intactas y vírgenes esta cansada de vivir”
Plug in baby, resalta por un atrevimiento noctívago excelso. No se contiene con una explosión intermedia, sino que parte con todo de una vez, patógena e imperturbable. Balancea su poder contra o por un puente estrepitoso de riffs amenazantes. Hay algunos que atribuyen el contenido de la canción a la guitarra del vocalista, a manera de homenaje y otros tantos que radica su naturaleza como una crítica a las nuevas plataformas de comunicación, que sin darnos cuentas nos posicionan cada vez más en un distanciamiento virtual palpable.
Citizen Erased, asimilada como un trazo cáustico, desmoraliza con una polaridad generosamente observadora e hiriente, envenena primero, para luego acribillar con unos acordes sacados de una colección de cuchillos dignos de un sicario. “Enséñanos a hacer trampa y mentir. Se desvela la verdad arañando mi mente”. Microcuts, comparte esos hilos incisivos de la previa. Pero en esta ocasión como bien lo define su letra, rememora a “una pizarra arañada con odio”. El Falsete filoso, es tan filoso como vidrios rotos. Screenager, no lo hace nada de mal tampoco con una línea de voz puntiaguda, percusiones chamanicas tribales, expandidas luego a atmósferas siderales plásticas, vaga en un estrecho margen muy de ensueño y liviandad.
Dark shines
Sabe a desintegración cósmica, puede tener una voz excesivamente esforzada, pero el resultado angustiante implícito, funda unas armonías visuales apropiadísimas, la guitarra se deja enfurecer y aludiendo a la letra, resiente el corazón, alma o lo que tengan, xD. Sumando, restando un tema de oscuridad, apabullante. Entre tantas brumas azabaches, se desplega ese finísimo halo brillante de Feeling Good, un cover de 1965 para un musical llamado The road of the Greasepaint – the smell of the crowd. Ahora si el frontman aplica una actuación impecable, sonando pausado y ajustándose a los parámetros mas reposados, pero no aburridos. Limpiando total y absolutamente un agradable recorrido. Megalomania, marca el fin, con una inclinación que descalabra el carácter. Que suena metafísicamente orquestada, definiendo con algo de grandilocuencia el cierre de las cortinas.
“el paraíso tiene un precio, que no estoy dispuesto a pagar ¿para que fuimos construidos, me lo podría decir alguien por favor?”
Asi culmina el viaje de las dos líneas simétricas hacia algún lugar indeterminado.
Un segundo album que encandila, llevando romanticismo a un mundo cada vez mas sumido en lo industrialmente androide. Y aun no llega lo mejor.
• Tracklist
• New Born
• Bliss
• Space Dementia
• Hyper Music
• Plug in Baby
• Citizen Erased
• Micro Cuts
• Screenager
• Darkshines
• Feeling Good
• Megalomania