Alejandro Ferradás es un auténtico enamorado de la animación en tres dimensiones y no oculta su ilusión sobre el próximo seminario gratuito organizado por la OMIX de Lalín en el que una docena de vecinos de la cabecera comarcal dezana se formarán en esas técnicas cinematográficas. Su apodo de "andorrano" se hizo muy popular cuando militaba en el primer equipo del Club Rugby Lalín. Se siente "abellón" de por vida, aunque ahora vea el rugby desde la perspectiva que da una silla de ruedas, un deporte que considera "el mejor" por su alto grado de compañerismo.
-¿Se considera un caso de superación personal después de sobreponerse cómo lo ha hecho a una lesión medular?-Para nada. Yo creo que cualquiera en mi lugar haría lo mismo. Al fin y al cabo, esto es como la vida misma. Todo el mundo tiene dificultades y si decides salir de ellas, sales. Porque todo el mundo tiene problemas, lo que pasa es que hay gente que no quieres salir y no sale, y hay gente que se plantea salir de ellos y lo consigue.-¿Cómo recuerda ese cambio tan brusco que dio su vida? ¿Cómo vivió el proceso de adaptarse a la nueva situación?-Simplemente adaptarte a la nueva vida que te toca vivir y, sobre todo, con la ayuda de la familia y de los amigos pues vas tirando para adelante. Yo insisto en que cualquiera habría hecho lo mismo que yo porque si uno no quiere superar un problema se acaba hundiendo, como te decía antes. En mi caso personal debo reconocer que cuento con una familia extraordinaria y desde el primer momento tuve mucha ayuda en casa, aparte de la ayuda exterior de los amigos que, también, son maravillosos, y fue lo que me ayudó a salir adelante. Desde luego, es una lucha diaria. Ves que hay cosas que no eres capaz de hacer como antes, pero sí de otra manera, y a pesar de que no puedes hacer algunas sí que puedes con otras muchas.-¿Echa de menos el rugby?-Si soy sincero, lo que más echo de menos del rugby es esa unidad que se crea en él. Yo creo que el que prueba el rugby acaba sabiendo que es el único deporte en el que realmente existe compañerismo. No es como el fútbol, en el que cada uno va más a su bola. En el balonmano sí que hay unidad de equipo, pero en el rugby es eso de que "vamos unos, vamos todos". Eso sí que lo echo de menos, aquello de decir vamos a ganar este partido y lo vamos a ganar todos juntos, eso de realizar colectivamente algo con un fin común.-¿Cómo calificaría a Lalín desde el punto de vista de las barreras arquitectónicas?-Tenemos que dar un paso al frente. En lo que es el tema de aceras y demás, por lo general está bastante bien, he visto sitios muchos peores en ese aspecto. Lo que sí está un poco menos adaptado son los establecimientos como bares o comercios, donde sigue habiendo demasiadas entradas con escalones y muchos edificios de nueva construcción con rampas inaccesibles. En cuanto al tema de moverte por la calle hay sitios muchos peores. Lalín, en este asunto, es muy mejorable como todo pero no me puedo quejar. Yo estuve en Santiago y allí está peor por el tema de que hay zona vieja y todo lo que incluye.-Aunque es evidente que lo suyo ahora es la animación, ¿le gustaría volver a estar vinculado al deporte de Lalín?-Hay algún proyecto en mente y podría ser uno de ellos. Si practicas deporte, y por cualquier circunstancia lo que tienes que dejar, el cuerpo te va a pedir que lo vuelvas a hacer en alguna temporada de tu vida. No hay nada como el deporte para saciar la ansiedad que uno lleva por dentro. Ahora mismo quiero dedicarme al curso de animación y que la gente se quede contenta. Sobre todo, agradecer a la OMIX, al Concello y a Recimil toda la confianza que depositaron en mi para llevarlo a cabo.-¿Se ve la vida de manera distinta desde una silla de ruedas?-Para ciertas cosas sí. Ves que la gente a lo mejor se queja por cosas que a mi me parecen insignificantes, aunque para ellos no lo son, y viceversa. Yo soy de los que pienso que a cada uno le duele lo suyo, y si a ti te duele una pierna te duele a ti, pero a mi no me duele, ¿entiendes?-¿Cómo surgió la organización del seminario gratuito de animación en 3D de Lalín?-Fui a hablar con Loli, en la OMIX, y después de varias charlas que tuvimos, en las que le comenté que había estudiado en A Coruña y que estaba buscando trabajo, surgió la iniciativa por su parte de hacer un curso. Preparé un programa, ellos lo miraron, les gustó, en colaboración con Xuventude, y después fuimos madurando la idea. Una vez que acordamos que era factible, pues fue cuando empezamos a publicitarlo para que la gente se inscribiera.-Visto desde fuera la animación cinematográfica parece complicada, ¿lo es tanto?-Es bastante complicado pero a su vez es muy agradecido porque, también, es muy creativo. Cualquier idea que tengas la puedes ir puliendo, y a partir de ahí, aunque te pueda parecer poca cosa, puedes llegar a crear una historia. A mi las horas se me pasan volando porque con pequeñitas cosas puedes hacer mucho. Lo que pasa es que es muy laborioso y, también, muy costoso. Una vez que lo ves en pantalla parece muy sencillo pero realizar un cortometraje de unos cuatro minutos, si lo quieres hacer bien, a lo mejor te puede llevar un año de trabajo. El cortometraje que realizamos nosotros como proyecto final de curso, por ejemplo, estuvimos unas catorce personas trabajando en él y nos llevó cuatro meses hacerlo. El curso de Lalín sólo tiene 30 horas prorrogables y por eso intentaremos tocar un poquito todo el proceso de producción y sus herramientas.
http://www.farodevigo.es/portada-deza-tabeiros-montes/2013/04/28/he-visto-sitios-peores-lalin-barreras-arquitectonicas/799959.html
Revista Solidaridad
"Desde la silla de ruedas ves que no eres capaz de hacer cosas como antes, pero sí de otra manera diferente"
Por AparcamientodiscapacitadosSus últimos artículos
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