Damián se siente confuso desde que perdió su trabajo. Un día comete un pequeño hurto en un mercado de anticuarios y se esconde en el interior de un armario. Antes de que pueda salir, el armario es vendido y trasladado a la habitación de matrimonio de Lucía y Fede, donde Damián termina instalado, como si formara parte del mueble.La habilidad con que se lleva hasta las últimas consecuencias una premisa imposible, aunque verosímil, imprime a esta novela una tensión extraordinaria. Así, desde su escondite, Damián observa a esta familia.Así, se irá acercando al corazón de Lucía, a sus temores y a sus sueños, y al hacerlo se sabrá por fin respetado y comprobará de todo lo que es capaz al sentirse vivo.El Juan José Millás lector y el gran escritor se dan la mano en esta novela que contiene un fuerte valor simbólico en su aparente sencillez. La mejor prosa millasiana al servicio de una novela brillante que articula las obsesiones del maestro de la extrañeza."Millás es uno de los escritores con más verdad por centímetro cuadrado de página",Antonio Iturbe, Qué Leer.
Datos TécnicosEditorial: Seix Barral
Encuadernación: Tapa blanda / Epub
Impresiones
Aquí tenemos una mini-novela que posee algunos de los ingredientes que ya pudimos ver en su antecesora Tonto, muerto, bastardo e invisible como son la temática psicológica, los tintes surrealistas y la pizquita de humor.
Además hay una importancia fundamental de los diálogos, ocupando un enorme número de páginas y aportando una considerable cantidad de datos necesarios para la comprensión de los hechos.
Ya desde el minuto uno encontramos esos cuatro elementos, al comenzar con el protagonista de personalidad desdoblada auto-entrevistándose en un imaginario espacio televisivo jocoso.
Este planteamiento inicial me ha parecido sumamente original y, aunque según transcurre el texto se va diluyendo un tanto, es el principal responsable de mantener la diversión lectora la mayor parte del tiempo.
Que no es mucho, pues el libro me lo leí de una sentada en unas horas. Aunque estaba entusiasmado mientras avanzaba, tras acabar le fui viendo cosas que me gustaban menos.
Por ejemplo, pese a devorar sus páginas finales con fruición, me di cuenta luego de que me hubiera gustado que la trama que se va trenzando con tanta meticulosidad desembocara en algo menos manido y esperado. Había mil caminos más novedosos por donde tirar.
También peca un pelín de relato monótono, con lo corto que es. Ello se debe a una pobreza extrema de escenarios (y ese plural ya es un tanto generoso) y de sucesos.
Por otro lado, por esa misma peculiaridad está conseguidísimo un ambiente opresivo y casi demente que se te contagia poco a poco.
Ese ambiente, que es la realidad, se combina con la vida interior del protagonista, en el citado marco auto-dialogante.
Ahí pasamos sutilmente del humor a la reflexión, llegando a convivir ambos.
"-Sí, había un lavavajillas, pero siempre me ha gustado fregar. Tiene algo de actividad zen. Mientras friegas, los pensamientos van de acá para allá, sin intención aparente. Pero luego te das cuenta de que han estado tejiendo algo, aunque no distingues qué. A veces me ha ocurrido que, observando el fondo brillante de una taza recién enjuagada, me he quedado en blanco, limpio, vacío por completo, como la taza que sostengo entre las manos. En esos instantes, ¿cómo le diría?, se tiene una percepción fugaz de lo que significa formar parte de un todo.-¿Tiene usted intereses religiosos?
-Digamos que soy raro.-¿Raro, en qué sentido?-En el sentido de buena persona, yo soy una buena persona, jamás he hecho daño a nadie, y eso me ha alejado del mundo.-¿La bondad aleja?-Sí.-¿Considera que el mundo es malo?-Y peligroso.-¿Y usted lo estaba mejorando o haciéndolo menos peligroso (...)?-Tal vez, el tiempo lo decidiría.-¿No sería más correcto afirmar que se estaba vengando de él?-¿Vengarme del mundo? No se me había ocurrido".
Aunque sea de puntillas, el autor transita una variedad apreciable de cuestiones vitales, con un estilo acertadamente discreto, pese a que el título del libro (quizá engañoso) pueda sugerir lo contrario.
Había por lo menos un par de nombres alternativos mucho más gráficos y adecuados, que supongo que no han sido considerados por obvios.
En cualquier caso sí creo que es una obra recomendable y lo suficientemente innovadora como para tenerla en cuenta.
Si quieres hacerte con un ejemplar, puedes hacerlo desde el siguiente enlace: Desde la sombra