Desde luego Patricia (parte 2)

El secuestro como suceso fue la noticia del año, la misma noche del secuestro y estando yo en mi casa, pues apenas arranco la camioneta de los secuestradores, preferí por motivos más convenientes no mostrarme como testigo, mantener un perfil bajo, hasta que sea el momento de tomar el protagonismo, para mí era muchísimo más conveniente esperar en casa hasta que el padre solicite públicamente información del secuestro a cambio de dinero, esto si el tipo tenia huevos para enfrentarse a los secuestradores de manera directa, no me entusiasmaba nada la idea de esperar a los policías en la escena del crimen como  buen samaritanos y regalarles información que podría valer miles o millones. Bueno pues esa noche se informó el secuestro como flash informativo, relataron el secuestro de forma tan burda, que terminaba siendo una obviedad lo sucedido, y de entre toda la edición especial, absolutamente nada justificaba el tiempo que había invertido en el noticiero, 2 horas de drama y melancolía, un show mediático compuesto por familiares y amigos llorando, suplicas al aire, una biografía no autorizada de Patricia y la importancia que tienen las primeras 48 horas después de perpetrado el secuestro.

Según comunicaban los medios de espectáculos, era muy común verlo con la mirada vacía, aspecto descuidad y siempre sostenía un tono de voz melancólico, pues del secuestro poco se sabía, nada era oficial pero el rumor era que después de la primera negociación en la que el padre se negó a proporcionar cualquier petición solicitada por los secuestradores, estos no volvieron a mostrar intención de continuar con la negociación y habían cortado cualquier medio de contacto.

No fue si no, varias semanas después, cuando muy poco se escuchaba del acaecimiento y el drama de sus padres, pues apareció el padre de Patricia en una transmisión en vivo, el vídeo inicio con él en primer plano, aun conservaba  la mirada vacía en sus ojos, pero poco a poco mudaba y el rencor y venganza se apoderaban de ellos, esos segundos fueron demasiado perturbadores, un preámbulo excelente al comunicado posterior.