¿El modelo capitalista nórdico vence al “capitalismo depredador” clásico?
- Mi amigo en varias décadas, economista Joaquín Vela, me ha enviado cuatro artículos que ha recopilado acerca de la economía de los países nórdicos (Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia e Islandia). He tomado el título de Yaiza Martínez porque me pareció definitorio. ¿Qué ha existido en el mundo desde el siglo XVI sino capitalismo en sus diferentes períodos o momentos de desarrollo y consolidación? El llamado “socialismo” que desde la revolución rusa de 1917, el bloque oriental “socialista desde 1945, la China de 1949, la cubana de 1959 o la Nicaragüense de 1979, buscó construirse, sólo se convirtió en muy buenas intenciones llenas de enorme voluntad; sólo fueron ensayos sociales que no pudieron culminar porque el imperialismo capitalista llevó a burocracias políticas y dictaduras “socialistas”, bloqueando todo.
- Debo decir que después de más de 50 años de seguir el marxismo, conocer sus diferentes historias e interpretaciones y sin encontrar otro pensamiento profundo, sólo un irresponsable y oportunista puede cambiar de bando. Sin embargo dado que el marxismo “no es un dogma sino una guía para los cambios y la transformación”, nuestra misión ha sido estar abierto a otros pensamientos serios y convincentes. Hace algunos meses critiqué el europeísmo de Marx y el dogmatismo de quienes hemos sido sus seguidores; hoy los envíos de mi amigo Jaoquín vuelven al europeísmo, acompañado del modelo de la socialdemocracia que ha gobernado en los países nórdicos. Pero, dado que el marxismo no es un dogma. Me parece que una revisión de esos modelos económicos y políticos es muy importante.
- Dice alguno de los documentos que se ha constatado que “el modelo social de estos países (los nórdicos) incluye aspectos que pueden parecer paradójicos: por una parte, están entre los primeros del mundo en niveles de riqueza, pero también lo están en los niveles de igualdad social” Se pregunta: “Cómo un sistema capitalista puede mantener un sistema de prestaciones sociales generoso, cómo una sociedad rica puede aplicar el principio de igualdad, y cómo puede prosperar el colectivismo donde rige el individualismo. La cuestión es, ¿puede este modelo ser exportado para beneficio de otras naciones? Señalan que los acuerdos colectivos para los trabajadores y los bajos niveles de desempleo son factores clave del éxito económico de los países nórdicos, que “cuanta más gente trabaja, mayores son los ingresos tributarios que recibe el Gobierno”.
- Por otra parte, los países nórdicos mantienen un equilibrio entre el colectivismo generalizado y un alto grado de libertad individual; se escribe que la familia tiene menor significado en los países nórdicos que en cualquier otro país del mundo; que la emancipación de la mujer está más lograda que en otros lugares, y que al mismo tiempo las estructuras patriarcales son débiles, explica un historiador de la Universidad de Estocolmo. Debe recordarse que estos cinco países, con excepción de Suecia con 9.7 millones de habitantes (Dinamarca 5.5), (Finlandia 5.2), (Noruega 5.1) e (Islandia 317 mil) son muy pequeños en número de pobladores. La ciudad de México y/o el Estado de México, con sus zonas conurbadas (con más de 25 millones cada región) supera este número de habitantes. Por tanto estos países no parecen tener muy complicado el problema.
- Este modelo se sustenta en la idea –y este es el quid del asunto- que la sociedad debe estar basada en una distribución equitativa como justicia básica. ¿De dónde surge esta idea de la equidad? ¿Del alto desarrollo cultural de la población? ¿De la socialdemocracia que ha dominado estos países por décadas? ¿De la extensión de esas ideas (y no de las de la derecha) en esa región nórdica? “Así es cómo Noruega y otros países nórdicos respondieron a los importantes conflictos surgidos entre el capital y la clase trabajadora, a principios del pasado siglo. Hoy, esta igualdad está construida sobre fundamentos como los acuerdos colectivos para los trabajadores y las instituciones de arbitraje estatal”. Me convence la idea de que hay que estudiar más este proceso que plantea otras posibilidades de desarrollo.
- De esta forma, como bien se ha escrito en esos extensos trabajos publicados, los países nórdicos han podido generar una buena alternativa al sistema de “capitalismo depredador” o capitalismo salvaje, que se extiende por otras regiones del mundo encabezado por los EEUU. Se destaca además un factor también muy importante para el mantenimiento del equilibrio en estas sociedades: los países nórdicos ejercen un fuerte control sobre los sistemas financieros. No son superpotencias económicas, no pueden ser por el tamaño de sus economías. Tampoco economías militares que se dediquen a la compra o venta de armas. En la escena global apenas tienen peso y dentro de su contexto regional tampoco son pilares básicos. Pero se vive bien, al parecer, muy bien en ellos.
- El partido español “Podemos”, -de muy reciente formación y muy inclinado hacia la socialdemocracia- se dice en un artículo, que elaborará un programa económico “realista”, de inspiración nórdica y basado en una banca pública que reactive el crédito a las familias y en aumentar los salarios a través de un fortalecimiento de los sindicatos, al tiempo que también abogará por reducir la jornada laboral a 35 horas semanales y subir las pensiones. Pablo Iglesias, secretario general de “Podemos”, presentó ayer el documento “Un proyecto económico para la gente”, obra de los catedráticos de Economía Juan Torres y Vicenç Navarro, y que será la base de las propuestas económicas de la formación. Si gana las elecciones y obtiene la Presidencia, sería importante observar la experiencia.
- ¿Y México del capitalismo clásico y depredador con cinco veces la población de ese conjunto de países nórdicos y vecino de los EEUU, el imperio más saqueador y asesino del mundo? Hoy en plena crisis y muy a la orilla del desplome económico, ¿cómo puede México recuperar la confianza, su crecimiento, sus empleos, su estabilidad social sin realizar cambios sociales profundos? México requiere una profunda reforma fiscal que grave en serio las grandes ganancias y las propiedades de esa minoría de multimillonarios mexicanos y extranjeros. México necesita crecer al 4 por ciento por lo menos, crear un millón 300 mil empleos anuales y decretar un aumento serio al salario mínimo y al ingreso general de los trabajadores. Pero bienvenida la experiencia de los países nórdicos.
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