Revista América Latina

Desde Venezuela. Leopoldo Puchi: Enfoque.

Publicado el 29 marzo 2015 por Joseantoniomedina1234

Columnista lp - copiaDesde la Sala Situacional

¿Un acuerdo EEUU-Venezuela?

¿Es posible un acuerdo EEUU-Venezuela?  Puede que sea muy temprano para plantearlo, pero es mejor actuar a tiempo. En todo caso, para lograr ese objetivo habría que comenzar por delimitar cuáles son las diferencias entre los dos países.

No es un asunto coyuntural que se pueda superar con sonrisas y palabras de cortesía. Hay puntos de sustantivos que se deben poner sobre la mesa.

PALABRAS

La retórica es una realidad, de lado y lado. Palabras que hieren. Ciento quince declaraciones de Washington sobre Venezuela en lo que va de año. También podrían solicitar desde Washington que se contabilice lo que se dice de ellos.

Sin embargo, aquí no está el meollo de las diferencias y un acuerdo sobre esta materia sería sencillo: bajar el tono, dejar la diplomacia del micrófono.

HECHOS

Más allá de las retóricas, hay hechos. Bloqueo comercial a la FANB; aprobación de la “Ley de protección de los derechos humanos y de la sociedad civil de Venezuela”; sanciones; definición de Venezuela como una amenaza. Nada de esto es concha de ajo. Son acciones que, cuando se toman, tienen un propósito definido: desestabilizar países y propiciar el cambio de gobiernos. Esto lo sabe cualquier principiante de estudios políticos.

EL FONDO

Por otra parte, ninguna de estas acciones ha sido decidida en respuesta a medidas equivalentes de Venezuela ni se pueden explicar por “la retórica”.

La verdad es que en el fondo de todo está el hecho de que desde hace una década hay un reacomodo en el hemisferio: la separación progresiva de Venezuela y otros países del dispositivo geopolítico estadounidense.

Washington no acepta esa separación y ha reaccionado para detener y revertir el proceso. En su elite dirigente hay factores importantes que quisieran conservar el viejo modelo de relaciones conocido como “patio trasero” y mantener las formas heredadas de la guerra fría, que están agotadas y no se corresponden con el mundo actual.

REALISMO

Este es el problema que debe discutirse. Sólo a partir del reconocimiento de las diferencias es posible diseñar un nuevo acuerdo hemisférico.

El punto de partida pudiera ser la idea de Lula da Silva, que plantea la creación de un polo latinoamericano “sin Estados Unidos, pero no contra Estados Unidos”.

En este marco, Washington tendría que ceder y aceptar que hay una nueva realidad y que la subordinación de los países del sur no tiene ya vigencia. Bajo esta premisa, de soberanía y reciprocidad, se abriría un diálogo sobre diferentes formas de cooperación. Por supuesto, no es algo sencillo, es realismo político.

Flash Rojo

ESTAMOS EN MARZO y todavía no se ha puesto en marcha el nuevo sistema cambiario que se anunció desde diciembre. El Simadi funciona con muchas fallas. Y el Sicad tiene meses que no otorga dólares, lo que afecta la producción de las empresas. No estamos sólo frente a un problema de macroeconomía sino también de gestión y de ineficiencia. Ojo, lo que definirá las elecciones no será la gran política, sino la escasez.

SON TANTOS LOS CASOS DE CORRUPCIÓN y tantos los millardos de dólares que se han fugado, que cualquiera se pierde al seguirles el hilo.

Pero el que no puede voltear para un lado es el Gobierno. Está bien la ley de repatriación propuesta, pero la espera de la aprobación de esa ley no puede ser excusa para no actuar desde ya en los casos señalados.

Se debe investigar lo de Andorra, República Dominicana y Bandes, entre otros. No tiene sentido dejarlo para después.

LA DECLARACIÓN de Roy Chaderton ni siquiera hay que mencionarla, es un asunto que pudiera ser resuelto por el chacal de la trompeta. A lo que sí hay que prestarle atención es al error cometido por el Presidente cuando hizo referencia a una declaración del vicepresidente uruguayo en la que éste señalaba que no tenía conocimiento de la participación de Estados Unidos en el golpe.

El hombre es despistado, o se hace, pero no se puede estar peleando por opiniones que no tienen mayor significación.

Flash Negro

EN LA OPOSICIÓN ALGUNOS factores e individualidades rechazaron la reciente decisión de Obama. El sector radical le dio apoyo de manera abierta.

Por su parte, la Mud validó la intervención, pero señaló en su comunicado que era “preferible” que se hubiese utilizado una modalidad multilateral. Lo que ocurre es que hay falta de formación política y terminan imponiéndose los que piensan que hay que apoyar cualquier cosa si es contra el Gobierno.

DE REGRESO DEL VATICANO y luego de haber sostenido varias reuniones con monseñor Pietro Parolin, el cardenal Jorge Urosa regresó al país con nuevos lineamientos políticos, más orientados hacia el centro. Al llegar, condenó cualquier intento de golpe contra el Gobierno. Más tarde, rechazó la decisión de Obama de considerar a Venezuela como “una amenaza” para Estados Unidos. El mundo gira.

SI DILMA ROUSSEF EN ALGÚN momento llegó a pensar en distanciarse del Gobierno venezolano en vista de sus relaciones tensas con los medios y la llamada sociedad civil, ahora debe de estar viendo las cosas de manera distinta, luego de que la oposición radical de su país ha levantado un movimiento que ella considera promueve un golpe en su contra.

En las marchas exigen su renuncia y hay consignas en inglés como esta: “Army, Navy and Air Force, save us once again of communism”.

El Socialismo en la Historia

Espartaco

El dominio de Roma era “infinito, ilimitado y eterno”, explica uno de los personajes  de la novela de Howard Fast, Espartaco (1951), que inspiró el ya clásico film protagonizado por Kirk Douglas llevado a la pantalla por Stanley Kubrick. Era Roma un imperio con un inmenso poderío militar; el valor supremo de su sociedad estaba en acumular poder y dinero. En la superficie, reinaba la feria y el espectáculo, con sus grandes circos de gladiadores; en sus entrañas, los esclavos forjaban la riqueza de su economía, soporte del esplendor de Roma. El modo de producción esclavista era incomparablemente superior, por su capacidad de generar bienes y civilización, a las formas anteriores de organización social que había conocido la humanidad.

Contra ese orden se suceden en el último siglo antes de Cristo numerosas rebeliones de las clases subalternas. La conducida por Espartaco fue la más amplia que se hubiere visto, la de mayor organización y la más victoriosa. Sus hazañas pusieron en jaque el poderío imperial y causaron admiración y angustia entre patricios y nobles. Su fortaleza residía en los preceptos que animaban la insurgencia: la afirmación de la vida, la igualdad, la libertad, la dignidad. De allí se inspiró aquella multitud inculta, que no conoció esos valores en libros sino que los había heredado de los mitos eternos de la esperanza. Esto la hizo moralmente superior a las clases altas.

Se dice que eran insurgencias sin futuro las de “las herramientas hablantes” de entonces. Ciertamente, no podían todavía reordenar el mundo en un nuevo modo de producción. Pero su gesta fue un eslabón de los cambios que vendrían en la historia de la humanidad, que se mueve por las luchas que generan nuevas mentalidades, tecnologías y formas de organización social. De allí el valor de la última frase de Espartaco: “Volveré y seré millones”. elepuchi @gmail.com Colaboración especial para LatinPress®. http://www.latinpress.es


Desde Venezuela. Leopoldo Puchi: Enfoque.

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